El Villarreal volvió a ganar una jornada más. Ayer sufriendo pero remontó ante Las Palmas para llevarse los tres puntos y colocarse en puestos de liga de campeones. Ya no sorprende este equipo. Llevan haciendo las cosas bien mucho tiempo y eso está dando sus frutos.
Es, junto al Real Madrid, el único equipo invicto en la liga. Ha ganado cinco partidos y ha empatado cuatro. Se ha enfrentado a rivales de entidad como el Sevilla y ha visitado el Santiago Bernabeu. Además, solo ha encajado cinco goles y es el segundo equipo menos goleado de primera tras el Atlético de Madrid de Simeone.
La temporada se presumía complicada tras la destitución fulminante de Marcelino García Toral como entrenador una semana antes de jugar la fase previa de la liga de campeones. Fran Escribá se hizo cargo del equipo. No consiguió clasificarlo para la Champions pero poco a poco el equipo fue carburando y ahora mismo está a tan solo dos puntos del líder y es primero en su grupo de la Europa League. A estos problemas, hay que sumar la gran cantidad de lesiones que han sufrido varios de los jugadores más importantes del equipo. El referente goleador, Roberto Soldado, sigue recuperándose de su lesión en el ligamento cruzdo. Bakambú, Musacchio, Bruno, etc.
El equipo sabe a lo que juega y los rivales le respetan. Nunca es fácil jugar contra el conjunto amarillo y los resultados así lo demuestran. El presidente Fernando Roig junto a José Manuel Llaneza, forman un tándem espectacular que, verano tras verano, consiguen fichar a jugadores que a lo largo de la temporada dan un resultado extraordinario. El referente en el ataque “groguet”, Bakambú, llegó como un desconocido de la liga turca y hoy en día es uno de los mejores delanteros de España y de Europa. José Ángel del Sporting de Gijón, Samu Castillejo del Málaga o el propio Roberto Soldado, ahora lesionado, que ha vuelto a demostrar su gen goleador vestido de amarillo.
El Villarreal no tiene techo. Lleva más de una década codeándose con los más grandes y solo podríamos ponerle una pega; le falta acercarse a algún título. Ya se quedó a las puertas de la final de la liga de campeones tras el penalti fallado por Riquelme. Y, ha estado cerca de jugar dos finales de la UEFA. La ciudad de Villarreal tiene apenas 45.000 habitantes y tiene el orgullo de presumir de uno de los mejores equipos de España que ya no es noticia porque todo el mundo espera que siempre esté en lo más alto de la tabla año tras año.
Cuando las cosas se trabajan suelen salir bien. El submarino amarillo cuida mucho su cantera y de ahí salen muchos jugadores que triunfan en el primer equipo. Además, muchos equipos de fútbol de la comarca trabajan codo con codo con el Villarreal para formar futuras estrellas. Es un club de fútbol y así se lo toman sus dirigentes, no ven un negocio. La “cultura del esfuerzo” de los Roig, -Juan Roig la impuso en el Valencia Basket- es la bandera que el Villareal ondea con orgullo y hace soñar a su afición.