jueves, marzo 28, 2024
spot_img

La afición ahuyenta fantasmas

Tiempo de lectura: 3 minutos
0
(0)

La afición fue la protagonista de un acto de presentación en el que el Valencia demostró que puede ser alguien a pesar de las ausencias de Villa y Silva y de los problemas económicos.

Vic Pastor | NOSTRESPORT.COM
La avenida Suecia presentaba un ambiente propio de ‘noche Champions’. Padres con sus hijos, novios con sus novias, grupos de amigos,… Todos con motivos valencianistas, inundaban la calle y se abocaban a las puertas de entrada.

Una vez dentro y después del parón veraniego, Mestalla volvió a impregnarse de olor a puro, del sonido de las cáscaras de las pipas y de una ilusión patente en las más de 30.000 sonrisas que ocupaban los asientos. Una ilusión que nadie sabía si asistiría o se había metido en las maletas de Silva y Villa.

Mestalla iba llenándose al son de la música del grupo valenciano Bajoqueta Rock que estrenó un tema dedicado al equipo de Emery: ‘Valencia Experiment’. Los más perdidos buscaban su asiento mirando frenéticamente su entrada mientras que otros, ya colocados en sus posiciones, charlaban o colocaban pancartas como la que se pudo ver en el Gol Gran dedicada a Baraja.

Tras la actuación musical y con el suficiente grado de nocturnidad, comenzó el acto de presentación que abrió un fichaje: Sophiane Feghouli, tal vez, la menos mediática de las incorporaciones, algo que se notó en la timidez de los aplausos. Soldado sería el más aclamado de los nuevos pero no habría comparación con las ovaciones de la noche: Albelda, Vicente y Mata.

De éstos, el primero en salir fue Vicente. Anunciado por José Manuel Parra como "uno de los nuestros", al que algunos conocen como ‘el puñal de Benicalap’ puso en pie a los aficionados. Después llegó "un valencianista de corazón, el eterno 6′ y, si la ovación anterior fue importante, esta la superó. Albelda pudo ver como la afición, levantada de sus asientos, devolvía todo lo que el jugador ha dado al club.

Como pequeño homenaje, Mata salió el último de todos los jugadores. ‘Ahora es el turno de nuestro único campeón del mundo. Es un crack internacional. Es Juan, Juan, Juan, Juan… ¡Mataaaaa!’, anunciaba Parra. En pie y coreando su nombre, los aficionados lanzaron al burgalés el mensaje de que, esta temporada, es la estrella del Valencia tras la marcha de Villa y Silva.

Tras Mata, apareció el equipo técnico. A su cabeza, Unai Emery que compartió algunos pitos con jugadores como Del Horno (que sigue siendo el jugador que más cobra de la plantilla), Miguel o Fernandes, con quienes la afición aún no ha conseguido encajar. Y, para rematar el acto, apareció el mítico utillero ché que recibió otra ovación. Con el entrañable Españeta junto a los jugadores, comenzó la ráfaga de flashes para captar la foto oficial de la temporada 2010-11.

El tiempo que transcurrió hasta el comienzo del partido fue el elegido por los aficionados menos previsores para hacerse con algo para cenar. Bajaban con las manos vacías y subían las escaleras con bocadillos, hamburguesas, incluso plátanos. Otros mataban el tiempo con unos balones hinchables cortesía de la organización y otros aplaudían a la Societat Unió Musical d´Alberic que daba la clásica ‘vuelta al ruedo’ con su música.

En el terreno de juego, Gilardino practicaba los remates intentando, tal vez, que no se repitiese el resultado que cosechó su equipo en la temporada 87-88 cuando el Valencia le endosó un 5-0 privándole del Trofeo Naranja. Mientras, Miguel subía y bajaba la banda con la potencia y la fuerza que atesora en un calentamiento que más bien parecía ya parte del partido.

Un par de minutos antes del pitido inicial, Joaquín estrenó capitanía en la elección de campo o balón con el 7 de Villa a la espalda. Un momento que sería comentado por muchos aficionados. Aún así, el momento culmen no llegaría hasta la segunda parte cuando una conexión inédita hasta el momento entre Aduriz, Vicente y Soldado, desembocaría en el primer gol del valenciano ante su afición. 6 minutos más tarde, sería el vasco quien se estrenaría como goleador en su nuevo equipo.

El buen juego de los de Emery (desaparecido en los cinco partidos de pretemporada) y el cese del debate sobre la falta de gol consiguieron una comunión total entre equipo y afición que pudo verse en su máxima expresión cuando Vicente levantó el 39 Trofeo Naranja. Minutos después, las fuerzas de seguridad desalojaban el terreno; los padres con sus hijos, las novias con sus novios, los grupos de amigos con motivos valencianistas volvían a inundar la avenida Suecia, rumbo a casa con la sensación de una ilusión renovada, de haber ahuyentado los fantasmas.

 

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una copa para puntuar!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

- Advertisment -spot_img
Artículo anterior
Artículo siguiente
Redacción
Redacciónhttps://nostresport.com/
Redacción de nostresport.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -spot_img
spot_img

Únete

spot_img

Fotogalerias

Podcast en IVOOX

Últimas noticias

Vídeos

Instalar
Ir a la barra de herramientas