La ambición del Alzira pudo con todo el potencial del Sant Andreu. Pese a que el equipo catalán mostró su mejor cara en el comienzo del partido y empezó achicando al equipo de la Ribera en su área, fue el equipo de Robert Fernández el que se adelantó en el marcador gracias al gol de Manuel, que demostró que este Alzira también es ofensivo. Los catalanes remontaron, pero pecaron de conformistas y Quintana, de magnífica jugada personal, consiguió el gol del empate, que ponía punto y final al partido.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
La ambición del Alzira pudo con todo el potencial del Sant Andreu. Pese a que el equipo catalán mostró su mejor cara en el comienzo del partido y empezó achicando al equipo de la Ribera en su área, fue el equipo de Robert Fernández el que se adelantó en el marcador gracias al gol de Manuel, que demostró que este Alzira también es ofensivo. Sin embargo, no acabaría así la primera parte, ya que Karanka en el 29 se encargó de marcar el empate en una jugada a balón parado.
Tras el descanso, el conjunto catalán comenzó igual de ofensivo que en la primera mitad y su trabajo se vería recompensado con el gol de la remontada en el minuto 51, marcado por Pablo Sierra en una falta lanzada desde el lateral y en la que el balón se coló en la portería sin que nadie la tocara. Un gol más a balón parado y es que el equipo ribereño es un especialista en recibir goles en este tipo de acciones.
Con el 1-2 en el marcador, el Sant Andreu mostró su lado más conservador, todo lo contrario de lo exhibido la semana anterior ante el Valencia Mestalla, y plantó el autobús en el área del Luis Suñer a la espera de que finalizara el partido.Pero entonces apareció Quintana, que hasta ese momento había estado desaparecido, y que en las postrimerías del partido se marcó una bonita jugada personal para conseguir el empate y hacer feliz tanto a la afición como a su entrenador, que se mostró satisfecho a la conclusión del partido por el resultado conseguido.