Tras cosechar un empate de oro en Cádiz después de noventa minutos alejado de su mejor versión, el Levante se encuentra a un solo triunfo de certificar su vuelta a la élite del balompié nacional. La penitencia que se adivinaba para este curso en la categoría de plata doce meses atrás se ha convertido en el punto de reencuentro, de concordia y purificación
Con los intangibles y las señas de identidad recuperados y en absoluta plenitud, las celebraciones comienzan a merodear sin prudencia ni equilibrio en las mentes y corazones de jugadores, directivos y aficionadas y aficionados de un equipo en mayúsculas. “Ya ha comenzado la cuenta atrás, se acabará. No es que no me importe, es que simplemente sé que lo hará”. La ‘Despedida’, cortesía de los amigos de Izal, está cada vez más cerca.
Claroscuros en el Carranza
Sabéis, de buena tinta, que no coincido ni comparto un mínimo porcentaje de ciertas críticas desmesuradas a la temporada del equipo que brotan, inexplicablemente, de determinados sectores. No obstante, hay hechos y circunstancias que son tan evidentes como innegables. La frescura y la fluidez no pueden manifestarse a pleno rendimiento durante cada minuto de los cuarenta y dos partidos de la competición y, tal y como sucedió en la primera vuelta de la competición, el equipo atraviesa ciertas dificultades en algunos encuentros que, pese a todo, no le han obligado a reducir la sangrante ventaja que tiene sobre todos y cada uno de sus perseguidores.
El comodín Róber Pier
Tras desenvolverse como central a las mil maravillas, ocupar ambos laterales y gozar de algunos minutos en el eje de la medular en la visita a Mallorca, Róber Pier partió de inicio en Cádiz formando doble pivote con José Ángel Campaña. El gallego, pese a todavía portar la ‘L’ como centrocampista en la espalda, cumplió notablemente y demostró tener una capacidad inaudita para recuperar, dirigir y generar fútbol con criterio desde atrás. Si el Deportivo es inteligente, no dejará que vista un año más la zamarra azulgrana.
El eterno calvario de Morales
Pelea, lucha y se deja la piel por esta camiseta. Cada partido es una batalla en la que el ‘11’ sale al campo a morir por el escudo de su amado Levante. Sin embargo, la fortuna y el balón siguen sin sonreír al bueno de Morales. Continúan tratando de alargar el pedregoso peregrinaje por la Segunda División que ha dejado un simple reflejo de quien aterrizó con la vitola de mejor futbolista de la categoría. Incapaz de desbordar, de ser determinante y de ejecutar la maniobra crucial. Ésa que tanto nos hizo sonreír y soñar en una temporada nefasta y terrible que ya anida sus recuerdos en el olvido. El sábado, mi Comandante, serás tú quién devuelva a este equipo al lugar donde le corresponde estar. No lo olvides.
Chapeau para el Fútbol Sala
El viernes pudimos disfrutar en el Pabellón del Cabanyal de una tarde mágica de fútbol sala en la que el Levante UD FS certificó su permanencia en la máxima categoría. David Madrid y sus pupilos desarrollaron y completaron un partido prácticamente perfecto y coronaron una jornada de ensueño con una goleada de escándalo frente al Gran Canaria. Cecilio asumió el papel protagonista y enloqueció a una hinchada entregada a los suyos. En un curso más que complicado, solamente una palabra: ¡Enhorabuena! Fue el primer ensayo de celebración. Lo mejor todavía está por llegar…
