El pasado jueves 20 de junio visitamos Teatro Círculo (Benimaclet), que acaba de celebrar sus 25 años de vida, en dirección a la última creación de Intrat-Cía. Danza, “La pu(n)ta del iceberg”, pieza que fue estrenada el pasado mes de mayo. Al frente, y sobre el escenario, tres mujeres; Pau Esteve, Nerea Úbeda Hortal y Claudia Monléon. A los mandos de la iluminación, un hombre, Ilion Trebicka.
Un número adjudicado y comienza el proceso de selección; “Bailarinas guapas, delgadas, simpáticas y con buena presencia pasen a la sala B”. Con dardos como este se comunican las tres actrices durante una hora.
Una compañía que pone de manifiesto su trabajo mediante la crítica social y política, que se expone en cuerpo y alma con insistencia porque si queremos que llegue el cambio ¿quiénes debemos cambiar primero?
“La pu(n)ta del iceberg” nos hace reír y, sin embargo, no deja de cantarnos las cuarenta: es insuficiente el valor que se le da a los artistas, más si eres una mujer. Es excesiva la presión que se ejerce sobre el cuerpo, más si eres una mujer. Y todavía falta el postre: la censura.
Un canto al poder femenino -apoyado muy de cerca por Naturcup-, a que la mujer cotice al alza y pueda, por fin, equilibrar la balanza sin ser juzgada y sin tener que susurrar una vez al mes: “tengo la regla”. A ser consciente de que es poseedora de un gran iceberg. Elegante y considerado, este tridente femenino dedica tiempo a mirarse al espejo, a observar sus cuerpos fuera de los términos condicionados por la belleza sujeta a cánones de artificio.
Frases concisas, ejemplos incesantes, cuerpo, música y sororidad. Una lectura de cartilla, un nuevo toc, toc a la puerta de ¡Basta, que estamos en el siglo XXI! Y nos negamos a explicar más detalles, “La pu(n)ta del iceberg” se tiene que ver, vivir y compartir. Hasta el domingo 23 seguirá en la programación de Teatro Círculo.