La derrota en el frío ruso deja muy tocado, si no lo estaba ya, y no señalado sino ‘ultramarcado’ al técnico luso del Valencia. Era su verdadera final, porque la Champions League es el clavo al que agarrarse tal como se está desarrollando la temporada.
Por todo esto el choque contra los de San Petersburgo era más que una final. Era la reválida. Y fue un desastre.
Los aficionados al acabar el partido sólo tenían un objetivo en el centro de la diana: Nuno. Los mensajes en las redes sociales y las críticas en general en radios e Internet se cebaron con el inquilino del banquillo blanquinegro.
Discutidísimo
El cántico contra el técnico lusitano ya se ha convertido en un clásico de la afición y sus decisiones técnico-tácticas están siempre en entredicho.
Los próximos partidos contra Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, Barcelona, Copa del Rey y O. Lyon van a marcar el futuro inmediato del equipo y a buen seguro el del preparador portugués, que ha perdido los dos encuentros contra su ‘rival’ como futurible para el banquillo ché, Vilas-Boas.