La alimentación está íntimamente ligada con el deporte. Se tiende a pensar que hay que comer lo mejor posible para completar cualquier disciplina deportiva sin sufrir agotamiento físico.
Pero no es una ciencia exacta; completando una dieta equilibrada puede ser que no se pueda nadar una serie de 50 metros sin estar fatigados en exceso. No solo es eso, tanto la alimentación como el deporte tienen que complementarse, unir cada una de sus cualidades para conseguir los objetivos propuestos por cada uno.
Pero cada deporte, por su propia idiosincracia lleva asociado un tipo de alimentación, no es lo mismo el menú diario de un futbolista que de un atleta de fondo. Cualquier dieta, sea cual sea su próposito, tiene como misión el nutrir las células del organismo para vivir. Además, si se añade el factor de deportista, debe cubrir el gasto derivado del esfuerzo extra.
Un complemento obligado para cualquier tipo de dieta es el aceite de coco. Poco se conoce las ventajas que tiene. La gestión continuada del aporte energético que proporciona es el factor diferencial frente a los hidratos de carbono. Además, el poder energético es superior respecto a los carbohidratos, 5kcal por 9kcal. Una misma ingesta de aceite de coco proporciona el doble de energía frente a los hidratos. Por si fuera poco, los ácidos grasos contenidos se traducen en un metabolismo optimizado para la realización de cualquier tipo de actividad física. Por tanto comprar aceite de coco se convierte en una compra ideal para dar el paso necesario hacia el éxito.
Uno de los suplementos con más tirón actualmente, nos lo ofrece la naturaleza y se encuentra en el bosque. El arándano rojo contiene beneficios muy útiles y básicos para el organismo. Año tras año, el consumo de este fruto rojo se multiplica. Su presencia en los supermercados se ha consolidado y se puede encontrar casi en cualquier hogar. Las propiedades del arándano rojo previenen las infecciones urinarias, gracias a los taninos que poseen una función antiadherente en la vejiga. También sus propiedades antioxidantes tienen unos efectos en el organismo muy positivos, tales como antiinflamatorio, estimuladores del sistema inmunitario y de reducción del riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas, cardiovasculares o incluso cáncer.
La suma de estos dos complementos en la dieta de un deportista hará la diferencia. Una elección en la que deporte y una vida saludable se conjugan para ofrecer una calidad inmejorable.