Tras los acontecimientos de los últimos días, fuga del entrenador incluida, ha llegado el turno de los jugadores del conjunto granota que, en rueda de prensa, han comunicado su decisión de hacer una huelga de 48 horas, los días 26 y 27 de abril, si no llegan soluciones a la crisis económica del club.
María Galán | NOSTRESPORT.COM Aunque la victoria ante el Betis parecía haber calmado un poco las cosas en el seno del vestuario granota, la salida del De Biasi del club y la constatación de que las promesas del club siguen sin cumplirse, han vuelto a desatar la tormenta y los jugadores de la primera plantilla, capitaneados por Descarga y Rubiales, han leído este jueves un comunicado para hacer pública su postura y exigir, una vez más, soluciones.
"Creo que hemos trabajado duro y de forma honrada, pero hemos llegado a la conclusión de que si antes del partido contra el Recreativo no hay una solución, haremos huelga. Es una medida legal, no un plante, seguiremos entrando y abiertos a negociaciones, pero vamos a ir hasta las últimas consecuencias", leyó Rubiales.
Con esta medida de presión, la plantilla pretende que el club cumpla los compromisos adquiridos con ellos y poder así ir percibiendo parte del dinero que se les adeuda, algo que tendría que haber ocurrido tras el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento.
Desde el Consistorio se ha reiterado la predisposición a ayudar al Levante, pero para ello es necesario conocer la situación real del club y los datos todavía no se los han hecho llegar, por lo que el crédito que se iba a pedir poniendo como aval los activos del club y con la mediación del Ayuntamiento todavía no se ha hecho efectivo.
Posibles consecuencias. El Levante, por su parte, ha comunicado que tomará medidas si los jugadores, que cuentan con el total apoyo de la Delegación de peñas, persisten con la idea del plante, ya que las consecuencias para la entidad podrían ir más allá de la pérdida de tres puntos que, a estas alturas de Liga, poco importan.
Según el artículo 105 de los Estatutos de la RFEF, la no presentación en el encuentro supondría la derrota del partido por 3-0, además de la pérdida de tres puntos como sanción. En el caso de persistir la huelga y repetirse la incomparecencia en un segundo partido, dicho artículo recoge la anulación de todos los resultados del Levante en la segunda vuelta, se produciría el descenso a la categoría inmediatamente inferior y no podría optar al ascenso en la temporada próxima. Además, el club tendría que abonar una multa a la Federación que oscilaría entre los 3.005 y los 12.020 euros e indemnizar a cada club con el que tendría que haber jugado.