Valencia y Espanyol han empatado a 1 (Javi Guerra / Puado) en un partido muy igualado en el que los pericos se adelantaron antes del descanso y en el que el Valencia buscó la remontada durante toda la segunda parte pero se tuvo que conformar con un empate.
Mestalla volvió a ser una caldera, incluso en un lluvioso martes de abril. Más de 42.000 personas llenaron las gradas para ver un duelo que, aunque hasta hace poco se hubiera etiquetado como una lucha por la salvación, hoy se juega con la mirada puesta en algo más. Valencia y Espanyol empataron a uno en un encuentro igualado, vibrante e intensamente disputado, que refleja el gran momento que viven ambos conjuntos en este 2025.
El equipo de Carlos Corberán llegaba tras siete jornadas sin conocer la derrota. Los de Manolo González, por su parte, encadenaban tres triunfos consecutivos sin encajar gol. Y el partido no decepcionó.
El arranque fue eléctrico. Urko González probó suerte para el Espanyol en el minuto 3 con un disparo desviado, y en la réplica Hugo Duro remató de cabeza, aunque sin problemas para un Joan García que volvió a firmar un partido espectacular.
En el 11, la tuvo el Valencia: salida elegante de Tárrega, pase a Gayà, centro tenso, y volea de Barrenechea que se marchó alta. La respuesta perica fue más peligrosa: Edu Expósito sorprendió desde fuera del área con un disparo envenenado que tocó en el palo ante la mirada de Mamardashvili.
Se jugaba con intensidad, pero también con calidad. Hugo Duro volvió a rozar el gol en el 27, aunque El Hilali firmó una defensa de mérito para evitar el remate claro. Sin embargo, en el 40, se adelantó el Espanyol.
Una falta -muy discutida- en el lateral del área fue botada por Edu Expósito desde la izquierda, barullo en el área y toque sutil de Puado para cambiar la trayectoria y superar a Mamardashvili.
La reacción del Valencia no se hizo esperar. Javi Guerra cabeceó a bocajarro en el 42, pero ahí apareció una vez más Joan García. Justo antes del descanso, Roberto Fernández rozó el 0-2 con un remate al lateral de la red tras otro desajuste defensivo.
En la segunda mitad, tras la charla de Corberán, el Valencia salió con más empuje, aunque los centros laterales chocaban una y otra vez contra la defensa catalana. En una contra, Urko volvió a romper líneas y obligó a Mamardashvili y Foulquier a intervenir con apuros.
Corberán reaccionó pronto: entró Rafa Mir por Almeida y, apenas tres minutos después, el cambio dio sus frutos. Gran jugada coral, Rioja mete la pausa y asiste a Javi Guerra, que cruzó con precisión para empatar el duelo en el 57.
El partido bajó un poco el ritmo tras el empate, pero no la tensión. Rioja, por derecha, fue el principal foco de peligro valencianista, obligando a Joan García a intervenir en varios centros laterales.
La parada del partido —y quizás de la temporada— llegó en el 79: centro de Diego López, peinada de Gayà buscando la escuadra, y mano felina del meta blanquiazul para evitar el segundo.
En el tramo final lo siguió intentando el Valencia, con Pepelu y Fran Pérez entrando para agitar el árbol. Rafa Mir lo intentó con una volea desde la frontal. En el descuento, Mestalla apretó, pero el Espanyol supo resistir y frenar el ritmo del encuentro con inteligencia.
También ayudó, en parte, un arbitraje de Pulido Santana que desesperó a la afición local con decisiones muy discutidas y que acabó marchándose del campo escoltado por una sonora pitada y gritos de “¡BURRO!” desde la grada.
El empate deja a ambos conjuntos igualados con 39 puntos, mucho más cerca de la salvación matemática que del miedo de hace apenas unos meses. Con Mamardashvili y Joan García como guardianes, y Javi Guerra y Puado liderando el talento, Valencia y Espanyol demuestran que en esta Liga hay vida —y buen fútbol— más allá del drama y que la igualdad es máxima entre estos dos conjuntos.
