Mendilibar sintió un carrusel de emociones alejadas durante el desarrollo de los noventa minutos reglamentarios. Su estado anímico fue virando según se sucedían los acontecimientos sobre el verde. Su explicación fue sincera, sin subterfugios.
“El empate me sabe a dos puntos perdidos; con el 0-2 el partido parecía ganado, con el 2-2 piensas igual lo pierdo; con el 2-3 a ver si lo gano; y al final no lo ganamos”, valoró minutos después del final de la cita en Eibar.
El preparador efectuó una división del duelo disputado en Ipurua acentuando en su discurso dos partes claramente diferenciadas; el Levante jerarquizó el primer acto aunque perdió el control global en los cuarenta y cinco minutos finales. “Ha habido bastante locura, con goles nuestros en buenos momentos al inicio y final de la primera parte, luego el Eibar ha marcado otro buen tanto al principio de la segunda mitad, y luego no hemos podido controlar el partido”.
A su juicio, el gol la primera diana del Eibar en el nacimiento del segundo capítulo cambió la configuración del partido. el gol que ha logrado el Eibar al principio de la segunda parte nos ha puesto nerviosos. El Eibar, con balones arriba, al área, nos ha empatado. Hemos sido capaces de ponernos por delante en un buen gol, pero de nuevo un rechace que se queda muerto en zona de nadie, y ellos nos han hecho el empate”.
Y lamentó la consecución del empate definitivo de Piovaccari “No pensaba que nos podía hacer un gol tan pronto. El Eibar tiene un buen juego directo, que hace daño y han sacado ‘torres’ al campo. Es complicado para el rival, tras los bombeos del balón, en las caídas del esférico hay que ser contundentes, ganar la segunda jugada. Pero no hemos sido capaces de sacar el rechace en el tercer gol del Eibar”.