Tiempo de lectura: 2 minutosEl equipo se hunde en la clasificación tras una nueva derrota fuera de casa en una segunda parte infame. El Valencia lleva más de dos meses sin ganar en liga.
No empezó tan mal el partido como refleja el resultado, la primera parte del equipo fue muy digna con ocasiones varias para irse mandando en el marcador. La defensa del Valencia es un flan, desde la marcha de Otamendi, la zaga ha bajado mucho el rendimiento y no da la misma seguridad que la temporada pasada. La Real tuvo una ocasión clara que fue al palo, pero rápidamente reaccionó el Valencia con un gran chut de Rodrigo que se estrelló en el larguero. El Valencia tuvo muchas opciones a la contra, con superioridad numérica en ataque, pero no fue capaz de elegir la opción adecuada y de poner en aprieto a Rulli.
Los de Neville fueron de más a menos y completaron una segunda parte digna de estudio de cómo no jugar a fútbol. La Real Sociedad borró del campo a un Valencia sin garra ni ambición que sin André Gomes es un alma errante en medio campo. Mina tuvo dos ocasiones claras, una en la cual no llegó a disparar pese a tener un mano a mano claro y otra en la que su disparo se fue rozando el palo. Hasta ahí llegó el Valencia, la Real presionó en tres cuartos y recuperó constantemente el esférico ante la pasividad de los medios y la falta de reacción de los centrales. Gary sustituyó a Cancelo por miedo a una segunda amarilla y Orbán no estuvo fino en ataque ni defensa, ambos goles locales llegaron por su banda y creó una inseguridad que contagió hasta a Jaume que pudo hacer algo más en ambos tantos realistas. Enzo se volvió a lesionar en el segundo partido que jugó tras su recuperación y la salida de Negredo fue testimonial ya que el vallecano no tocó un balón en condiciones en los más de veinte minutos que disputó. Jonathas fue el verdugo del Valencia, un delantero que anotó un doblete pero que sólo llevaba un gol en liga, de nuevo el ya conocido efecto aspirina de los valencianistas.
Nefasta primera vuelta del conjunto ché, 23 puntos de 57, a dieciséis puntos de los puestos Champions, con tan sólo cinco victorias en diecinueve partidos. Unos números más cercanos a pelear por el descenso que a luchar por plazas europeas. El equipo es una calamidad y ya mira a los puestos de abajo, que están más cercanos de lo que parece. Lim debe tomar nota de lo que está ocurriendo y tratar de fichar en este mercado de invierno si no quiere complicarse todavía más lo que resta de temporada.