El Real Valladolid vence por la mínima en La Cerámica en un partido marcado por las interrupciones y las pérdidas de tiempo y aleja al Villarreal de las posiciones Champions.
Decíamos en la previa que hemos llegado a las últimas 10 jornadas de la temporada liguera. Ese momento del calendario en el que cada punto es oro, sobre todo para los equipos que se están jugando permanecer en la Primera División del fútbol español. Esto es solo un aviso de lo que le espera al Villarreal en este mes y medio que resta de competición. Porque los equipos suelen dejar el buen fútbol a un lado y sacan fuerza y garra de dónde no las hay. Y es precisamente lo que hizo el Valladolid hoy, jugar sus cartas. Todas, no le quedó ninguna por sacar y ganó la partida.
Lo decía Parejo en los micros de DAZN en el post partido: «las pérdidas de tiempo constantes afean mucho el fútbol». Y es que hoy el partido ha sido feo, horrendo. No opinarán lo mismo los aficionados del Real Betis y Real Sociedad, claro está. Y el partido se ha vuelto de esta manera, en gran parte, por la permisividad del colegiado del encuentro Iglesias Villanueva. Puso el listón tan alto en lo que era o no falta, que se le fue de las manos. Cuando quiso frenarlo, habían tres jugadores en el suelo.
Arrancó mal el Villarreal. No pudo empezar peor. Una jugada digna de una tómbola hacía que Amallah adelantara a los blanquivioletas en el minuto 2 de partido. Aunque para tómbola la defensa y portería del Villarreal en la primera parte. Porque no mucho después, El Yamiq, claro protagonista del encuentro, arrancaba desde su campo y al más estilo Diego Armando Marandona, resolvía una jugada que él solo había creado. De nuevo, Reina muy flojo bajo los palos. Era el 0-2. Hasta entonces el submarino lo había intentado, con varias jugadas, incluso el VAR anuló un gol de Chukwueze minutos antes del 0-2. Pero la pelota no quería entrar en la portería de Masip.
El Real Valladolid rascaba tiempo de todas las jugadas posibles. Amallah, Kike Pérez y Masip desquiciaron a toda la parroquia amarilla, también a los jugadores, con cualquier técnica que les permitiera ganar unos segundos. Cuatro minutos se tuvieron que añadir en el tiempo extra. Tras el descanso, todo siguió igual. El Villarreal lo intentaba sin éxito y el Pucela se defendía como podía. Capoue y Albiol volvían a contar con minutos y fue precisamente el francés quien mandó un balón a la red en una jugada de lo más polémica. El Yamiq, tras un toque con Chukwueze, se lanzó al suelo, una vez más, y el árbitro dejó continuar. Con el marroquí en el suelo, el Villarreal anotó. El entrenador del Pucela, Pezzolano, acabó expulsado por las protestas en esa acción. Y en los blanquivioletas acabaron con amarilla hasta el apuntador.
Aún así, el Villarreal no pudo volver a perforar la portería de Masip y pierde una oportunidad de oro para acercarse a la cuarta plaza. El Real Valladolid, por su parte, respira fuertemente y obtiene una ventaja de 5 puntos sobre el descenso.
