Neymar Jr. Es el jugador que mas se asemeja a las condiciones del tipico jugador brasileño en una generación que poco tiene del viejo y clásico jogo bonito. Pese a eso Brasil es Brasil, pero el joven carioca de 22 años tiene el deber de aportar la magia en un equipo que quiere estar a la altura de la historia en su propia casa.
Antes se hablaba que Brasil era contundente arriba pero débil detrás. Y en el golpe por golpe, casi todos salían perdiendo. Ahora es distinto, Brasil se ha «europeizado» y hoy goza de una defensa de primera linea, de las mejores del mundo. El de Felipao es, uno de los equipos más ordenados tácticamente y potentes en ataque. Pero lejos esta de tener el gen brasileño. En otras palabras, el Jogo Bonito de otros tiempos no aparece y la gente lo reclama.
El que puede aportar esa identidad a un Brasil mucho más aguerrido, potente y ordenado es el jugador del Barcelona, dispuesto a romper con los esquemas y salirse de los partidos, como esas juntadas que siempre hace con Oscar, cuando el jugador del Chelsea juega detrás de él.
En el crack de 22 años descansa la esperanza de Brasil de añadirle a un equipo apto y capaz, la vieja magia de otros años que se hayan en sus pies. Uno que puede sepultar los fantasmas del Maracanazo con la hechicería del 58 de Didí, la del 62 de Garrincha, la del 70 de Pele, la del 94 de Romario y la del 2002 de Ronaldo.