La falta de un hombre específico en esa posición lastra la progresión del equipo a falta de poco menos de un mes para el comienzo de la liga
Los partidos de pretemporada sirven para hacer probaturas de cara a la próxima campaña. Hasta ahí todo claro. También sirve para que el técnico decida en que posición debe jugar un futbolista en base a una conjunción entre la observación en los entrenamientos y las cualidades que se posean. También está claro. Ahora bien, en estos tres partidos que lleva jugados el Valencia ha servido para determinar una cosa. No hay un pivote defensivo como tal en toda la plantilla, ni en el filial.
El recién fichado Maksimovic puede desenvolverse en esa demarcación, pero no es su posición natural. En el caso de Parejo y de Soler, se perdería su capacidad de pase, creatividad y su potencial ofensivo y aún así no se nos asegura que cumpla con creces. Y de Eugeni, más de lo mismo.
El trabajo de campo de la dirección deportiva, siempre bajo las órdenes de Mateu Alemany y Marcelino buscan rastrear el mercado para traer a la pieza clave que encaje en esta plantilla. Todos ellos de indudable calidad y de encarecido precio. El Valencia tiene que jugar sus bazas y en esas estamos. La economía, a expensas del futuro Cancelo, Abdennour y Negredo, no da para más que una cesión de un jugador importante y su ficha.
En este sentido, Mario Lemina, Kondogbia, Krychowiak o Badelj son los principales candidatos escogidos, pero las pretensiones de sus clubes de origen son otros. Solamente contemplan la opción de venta. Los cuatro tienen cartel en el continente, por equipos que juegan competición europa y eso dificulta la opción valencianista. Por ejemplo, el jugador de la Juventus de Turín, interesa al Sevilla, a dos conjuntos de la Premier League- Everton y West Ham- y Galatasaray.
Las situaciones de Krychowiak y Kondogbia son parecidas. Dos jugadores consolidados en el Sevilla y que en el Paris Saint Germain, en caso del polaco, y del Mónaco e Inter de Milán por el francés, por unos motivos u otros no terminan de cuajar. Tanto el cuadro parisino como neroazurro solo barajan su venta debido al alto precio que lo compraron. Milan Badelj es un jugador importante para la Fiorentina y no está dispuesto a deshacerse «gratis» de un activo.
Sin embargo, Thomas Partey es la otra cara de la moneda. Un jugador con experiencia, joven, que estaría dispuesto a venir y económicamente viable. Si finalmente, el ‘Cholo’ Simeone ve satisfecho su deseo de fichar al mismo Krychowiak o Badelj podrían abrir la puerta. En condiciones normales, la cesión del ghanés no sería un problema, pero la retirada de Tiago y la imposibilidad de inscribir a jugadores hasta enero dificultaría la operación.
El Valencia tiene que jugar sus bazas, no siempre saldrán bien como en el caso de Neto. Pero fichajes habrá. El tiempo corre en contra por el exigente inicio liguero pero queda más de un mes para el cierre de mercado y a Marcelino no le importa esperar.