Vaya por delante que es muy difícil arbitrar…
Vaya por delante que en el fútbol todo es opinable, como que puede ser fuera de juego el segundo gol valencianista, que seguramente es gol legal, o que pudo haber penalti sobre Kondogbia por parte de Postigo. Vaya por delante que en el fútbol todo es pasión y colores. Pero vaya por delante que lo que no se puede pitar es lo que no se ve, porque sencillamente no ha existido y por lo tanto no se puede intuir ni presuponer que ‘si hay colillas es porque han fumado’, porque puede ocurrir, como ayer en el área de Neto, que no. Era un gol legal como un piano. Ni asomo ni atisbo de ninguna infracción. Lo que en el mundo del fútbol es un ‘robo’, sin connotaciones nada más que futboleras. “Te han limpiado el partido”.
En uno de los mejores partidos del Levante Unión Deportiva en Mestalla, forzado por la posición en la tabla, ante un Valencia que demostró también que se había recuperado adecuadamente de la mala racha liguera reciente y de la eliminación copera, el árbitro desquició a los visitantes. Lo del penalti que selló el 3-1 fue simplemente el corolario de una noche de los horrores para Medié Jiménez, que debería visitar la ‘nevera’ unas cuantas jornadas. Además es lo de siempre. Se habla de que los colegiados se pueden equivocar como jugadores, entrenadores… pero no es el mismo daño, porque en el caso de los ‘halcones y palomas’ perjudican a terceros. Pueden provocar destituciones de entrenadores de manera indirecta y descensos de clubes, además de perder títulos, finales… son clave en el devenir futbolero, por eso siempre hay una lucha de poder por ver quién controla a los árbitros desde la Federación y la LFP.
Sin tener la culpa, obviamente, nadie más que el árbitro y sus asistentes, que le asistieron cuales enemigos, la sensación que le queda al aficionado granota, expresada en redes sociales anoche profusamente, es la misma que cuando los valencianistas han sufrido un ‘atraco’ contra su rival más enconado, el Real Madrid. En el fútbol, como en la vida, el pez gordo se come al pez chico, y el trencilla suele equivocarse siempre del mismo lado, pero cada cual cuenta la feria según le va en ella. Por eso muchos valencianistas estaban contrariados después del partido, porque no les gustó ganar así, y les quita argumentos para otras situaciones y polémicas contra otros rivales más poderosos. Es como lo de la ‘escalera de Mathieu’, y luego tú puedes hacer lo mismo con equipos menores, o criticar que se te lleven jugadores previo pago de la cláusula y luego fichar tú a Villa del Real Zaragoza por el mismo mecanismo, que lo recordaban seguidores levantinistas ayer. Y con el Levante, lo mismo de lo ídem, pero a menor escala y con clubes a su vez más pequeños. La lista de agravios en el balompié siempre es extensa y hay buena memoria entre los aficionados. Es la ventaja de buscar la objetividad y la imparcialidad; y no ser fanático, ni acérrimo ni en último caso cerril por unos colores. Periodismo de bufanda sólo cuando haga frío…
El fútbol es así, que diría Boskov, y los árbitros qué, ¿otra vez como siempre?, ayudando al fuerte. Sí, tal cual. La vida. Repasemos ‘la moviola’ o mejor, llamemos a un arquitecto…