Si algo tienen de especial y trascendente los mundiales de fútbol y más, si cabe, el partido final es su capacidad de convertir acciones y hechos más o menos comunes en momentos históricos y yo creo que muy pronto entendí, siendo un niño todavía, que por esa razón me apasiona tanto la Copa del Mundo: por que me hace sentir parte de la historia.
Acabó el Mundial 2014. Y lo hace con la satisfacción de haber presenciado, de nuevo, imágenes que quedarán en la memoria el resto de nuestras vidas: para empezar, con la presencia de Puyol sobre el césped para devolver el trofeo ganado cuatro años antes, me embargó la sensación de que nuestro “reinado” (éste también) se iba consumiendo minuto a minuto y me pregunté si alguna vez seremos capaces de volver a hacerlo; ver a Klose jugar una final 12 años después me hizo sentir tan afortunado como los que disfrutaron de la misma situación con Pelé, en el siglo pasado (1958-1970)…ya durante el partido Higuaín se disfrazó de Salinas y Cardeñosa juntos y regaló a los argentinos un “lugar común” muy español para los que ya tenemos cierta edad…
En el descanso, por la televisión repitieron el anuncio de la película de Alex de la Iglesia sobre Messi, transcurrido un cuarto de hora del segundo tiempo resonaron en mis oídos las palabras de Mascherano escuchadas minutos antes “qué lindo sería ser cinco segundos él”… igual Argentina sería la nueva campeona del mundo…aunque para la FIFA, parafraseando a Sabella (“vos pensás que no está, pero está”) sí que estuvo, cuando la verdad es que no estuvo; regresé a España 82 cuando Neuer atropelló al nueve argentino …en fín el Iniesta alemán dio un nuevo título para su país (séptima final en la que hay prórroga, tercera consecutiva 2006-2014).
De esta manera se coronó como Campeona del Mundo por cuarta vez, igualando a títulos con Italia y quedándose a uno sólo de Brasil. Parece mentira, viendo la trayectoria de los germanos en estos últimos campeonatos, pero hace 24 años! que “die mannschaft” no ganaba el Mundial, lo que nos da una idea de lo difícil que es salir campeón de este torneo (8 finales disputadas 4 títulos).
Y repasando la historia y la tradición de los mundiales, la verdad es que lo tenían todo en su contra: ningún equipo europeo había sido capaz de “conquistar” suelo americano en toda la historia de la Copa del Mundo: ni Checoslovaquia en Chile 62; ni Italia en México 70 ni en USA 94; ni Holanda en Argentina 78; ni la propia Alemania en México 86: américa para los americanos (Brasil sí fue capaz de ganar en Suecia en 1958)… hasta ayer.
Este mundial lo he estado siguiendo muy de cerca desde las redes sociales; anoche cuando, poco a poco, la fiesta alemana se iba consumiendo pude leer un tuit que decía: “Tranquilos todos. Se acaba Brasil, pero tan solo faltan 1426 días para el Mundial de Rusia 2018”. Impaciente estoy de volver a presenciar momentos como los de ayer, protagonizados algunos de ellos, por personas que ahora mismo ni saben ni se imaginan que entrarán a formar parte de la historia. Que la vida siga su curso…
Redacción: Alfonso Massó Cobo