A la marcha del catalán se le puede unir la de Diot, que finaliza contrato e interesa mucho a Unicaja de Málaga
La dirección deportiva taronja está viviendo auténticos días de frenesí. Una vez finalizados los actos de celebración, la entidad valenciana ya está ultimando los preparativos para comenzar a planificar una temporada 17/18 ilusionante. Confirmado Txus Vidorreta y ejecutadas las opciones de renovación del club, los primeros movimientos dejan claro que va a ser un verano movido.
Guillem Vives, cuyo contrato se extendió hasta junio de 2018, puede abandonar el barco muy pronto. El FC Barcelona Lassa de Sito Alonso lo quiere. Y ya lo quiso la temporada pasada, pero Chechu Mulero se remitió a la cláusula de rescisión para su salida. Sin embargo, la imagen de este año ha cambiado mucho. El interés culé persiste, pero no la cantidad. Durante 3 días su libertad vale 300.000 euros. Hasta el sábado 24 a las 23.59 tiene el base catalán para depositar esa cantidad si desea abandonar Valencia Basket y firmar por el Barcelona. A partir de esa fecha, su claúsula de rescisión pasa a ser de 1,5 millones de euros.
Los actuales campeones de liga no se han quedado de brazos cruzados y han realizado una contraoferta para retenerlo. Pero según su representante, Carlos Bosch, está decidido a marcharse al conjunto catalán.
Antoine Diot, libre
Caso distinto es el del francés, Diot acaba el contrato bianual que firmó a su llegada sin opción de alguna de las partes para renovar automáticamente. La intención de Valencia Basket es retenerlo, con más razón después de la marcha de Guillem Vives. Pero el interés de Unicaja de Málaga por hacerse con sus servicios es fuerte y recordando el fichaje de Will Thomas el año pasado, los andaluces se tomarían su venganza particular. El futuro de ambos jugadores se resolverá en los próximos días.