Waldo consiguió este domingo su quinto campeonato individual de raspall, el que lo convierte en el raspador con más entorchados en esta durísima disciplina, por encima de Pascual II. Para conseguirlo el de Oliva debió emplearse a fondo ante Armando, que le plantó cara desde el principio.
La final se prolongó durante una hora y media con larguísimos intercambios de pelotazos que alzaron de sus asientos a los cientos de aficionados que llenaron las graderías del recinto de la Safor.
Fue un mano a mano puro, lento, en el que se debió parar en numerosas ocasiones para que los jugadores recobraran el aliento. En este tipo de partidas la victoria puede depender de numerosos factores, incluida la estrategia. Ayer Armando tiró mano del ingenio para decidir donde empezaría jugando. En el trinquete de Bellreguart favorece más restar que sacar. No obstante, el de Bicorp ganó la ‘reballà’ (sorteo inicial) y eligió la parte del dado. Más tarde explicaría que quería aprovecharse de un posible inicio en frío de su rival.
Con esa sorpresa inicial empezó la final. Pero a Armando le salió el tiro por la culata. Waldo empezó bien, perfecto a la hora de buscar la lonja. Y el de Bicorp no tuvo la suerte de cara a la hora de buscar la careta. El resultado fue desastroso para Armando, ya que perdió el primer juego y también el segundo, en este caso, porque la pelota no le quiso sonreír. En ese momento, con 15-5 para Armando, se cumplían los pronósticos. Los postores, que antes de empezar daban el 10 a la mano de Waldo, daban ya el 15. Pero Armando se rehizo. Pasó a sacar y por fin se quitó de encima la presión. Aún no estaba todo dicho.
Espoleado por los aficionados ávidos de ver batalla en las losas, Armando plantó cara al cansancio físico, a las toneladas que pesaban los golpes de Waldo y a la mala fortuna para igualar a 15 delante el aplauso merecido de la cátedra. El aspirante, 35 años a la espalda, empezaba a crecer. Estrechaba las manos y gritaba para darse ánimos. Pero a su cuerpo no le quedaban fuerzas. Fue entonces cuando Waldo remató la partida en los dos juegos más sencillos y rápidos para él.