El delantero noruego se ha marchado traspaso al Atlético de Madrid por una cantidad que puede alcanzar los 40 millones de euros
El Villarreal ha vuelto a demostrar su gran capacidad para revalorizar futbolistas. Con la etiqueta de equipo vendedor, el submarino basa su filosofía en comprar barato para vender caro. Este mercado de fichajes es un buen ejemplo de ello, pero también podría serlo el de la temporada pasada cuando la entidad amarilla ingresó 112 millones de euros gracias a los nombres de Nico Jackson, Pau Torres, Chukwueze y Boulaye Dia.
No obstante, esta campaña parecía ir todo más tranquilo debido a la importancia que conlleva un torneo como la Eurocopa. Una vez finalizada, las oficinas del Estadio de la Cerámica volvieron a funcionar,como de costumbre, con dos nombres propios repitiéndose en distintas ocasiones. El primero era el de Filip Jorgensen que puso rumbo a Londres por la cantidad de 25 millones de euros. Acto seguido, llegaron los rumores del interés del Atlético de Madrid en Alexander Sorloth y en un abrir y cerrar de ojos ambos clubes llegaron a un acuerdo.
El pacto consistía en una cifra fija de 32 millones de euros y una cantidad variable de 10 millones. Además, el submarino se guardaba un 20% de una futura venta en los próximos dos años. Una vez más la entidad ‘grogueta’ volvía a ingresar grandes cantidades en un periodo estival. No obstante, ahora queda la tarea más difícil de una dirección deportiva, invertir de manera adecuada ese capital para volver a hacer un equipo competitivo. Con Marcelino como cabeza de proyecto la confianza en que se tomarán buenas elecciones existe, pero la incógnita de quiénes serán los sustitutos en la punta de ataque y portería todavía es palpable en Vila-real.