David Ferrer y Roberto Bautista superaron la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghái con más dificultades de las esperadas, especialmente con el tenista de Xátiva, que sigue sin pasar por su mejor momento de juego de unos meses a esta parte.
David Ferrer se impuso a Martin Klizan en más de dos horas de partido llegando hasta la disputa del tercer set en una batalla tremenda entre los dos jugadores. El primer set fue realmente el que mejor jugó Ferrer aunque lo perdió. Dominó los puntos con mayor autoridad pero, a la hora de la verdad, fruto de la desconfianza que provocan los últimos malos resultados, no estuvo acertado como él mismo reconoció tras el partido. «Es una lástima, porque en el primer set, aunque haya perdido 6-4, he tenido más opciones, y en momentos importantes he jugado mal, han sido prácticamente fallos míos», sentenció. Así, el segundo llegó hasta el temido “tie break” donde, a pesar de la igualdad, valió más la experiencia del español para acabar imponiéndose por 6-7, algo que dejó muy tocado tanto anímicamente como físicamente a Klizan. Y es que para ganar a Ferrer, esté bien o mal, hay que sudar tinta china. De este modo, ambos jugadores entraron en el tercer set con caras y sensaciones muy distintas y esto se plasmó en la pista. Ferrer aprovechó las debilidades de su rival y demostró que quiere ser una de las apuestas de tenis de la Copa de Maestros, algo que tiene casi encarrilado tras la derrota de Dimitrov en Shanghái.
Por otro lado, Roberto Bautista, seguramente la mejor noticia del tenis español esta temporada, también tuvo que estar más de dos horas sobre la pista asiática para imponerse a Pospisil. Intercambios cortos y durísimos era lo que se preveía antes del partido y es lo que sucedió. El polaco se quería apoyar en su saque y Bautista en sus potentes golpes desde el fondo. 15 puntos directos de saque se apuntó el rival del español. Tremendo. Aun así, Bautista, con sus dos ‘aces’ pudo imponerse en un igualado primer set superando a su rival en el ‘tie break’ y en el tercero después de fallar en los momentos clave del segundo. Pero, a pesar de irse a un partido largo y de ceder un set frente a un jugador teóricamente inferior, las sensaciones del castellonense son inmejorables. Sigue siendo un jugador muy fiable desde el fondo y agresivo en las transiciones.
Veremos en qué lugar acaba la temporada (actualmente es el 18 del mundo) pero lo cierto es que las previsiones sobre su escalada de cara al próximo año son tremendamente optimistas.
Y es que lo tiene todo para adaptarse a cualquier superficie, como bien han demostrado sus resultados tanto sobre arcilla como sobre pista rápida, su especialidad. Es un jugador español atípico pro con un potencial tremendo.
En definitiva, tanto Bautista como Ferrer están ya en tercera ronda del último Masters 1000 de la temporada cogiendo sensaciones de cara a los momentos importantes del torneo. Ahora, a priori Murray y Federer serán sus rivales. Casi nada.
Guillermo Fernández