Un día como hoy hace 10 años se conseguía un doblete histórico. El Valencia lograba su tercera Copa de la UEFA en Göteborg tras lograr vencer al Olimpique de Marsella por (2-0)
No hay ningún valencianista que no se acuerde de ese glorioso año 2004, donde el equipo de Rafa Benítez hacía historia logrando un doblete histórico (Liga y Copa de la UEFA) y conseguía ser el mejor equipo del mundo de ese año, galardón otorgado por el IFFHS. Todos estos éxitos se obtuvieron con gran trabajo, perseverancia, actitud y con una afición que se volcó con ese gran proyecto. Muchos de los valencianistas (de los cuales yo me incluyo) soñamos con volver a alzar un título, en volver a ser ese equipo respetado por todos, no solo por los títulos, sino por su forma de jugar y su forma de vaciarse dentro de los terrenos de juego.
El día 9 de mayo del 2004, el Valencia lograba ganar su sexta Liga, dos jornadas antes del final de la misma, lo consiguió precisamente en el Sánchez Pizjuán con una victoria por (0-2) con goles de Vicente y Baraja. En esa liga, el Valencia volvió a demostrar que no hacía falta ser el equipo con más presupuesto para doblegar a los dos gigantes del fútbol español como ya hizo dos años atrás en la temporada (2001-2002).
Justo diez días después, el Valencia ganaba otro título, esta vez europeo, por el mismo resultado con el cual ganaba la liga (2-0) con goles de Vicente y de Mista. El equipo de Benitez liderado por unos magistrales Baraja y Albelda en el centro del campo, y un puñal en la banda izquierda llamado Vicente, lograba imponerse a un Marsella liderado por el reconocidísimo y joven delantero Drogba. Mista provocó un penalti al filo del descanso y consiguió la expulsión por roja directa del meta francés Barthez, Vicente fue el encargado de transformar la pena máxima y en la segunda mitad el mismo Mista puso la puntilla con un disparo cruzado desde la frontal del área. El equipo che era de nuevo campeón y aún conseguiría redondear esa maravillosa temporada con la Supercopa de Europa ante el Oporto por (2-1) con goles de Baraja y Di Vaio.
Sin lugar a dudas, esa época fue la mejor del equipo de la capital del Turia, diez años después se abre una nueva puerta, una nueva oportunidad de intentar rememorar esos días dorados. El proyecto de Peter Lim ilusiona mucho y con un poco de suerte esa ilusión puede transformarse en una realidad tangible, pero para eso queda mucho, de momento habrá que esperar y conformarse con el recuerdo de una etapa que todos esperamos que vuelva cuanto antes.
