El Levante UD vuelve a sufrir una derrota, esta vez fuera de casa, en la Liga Santander. Esta vez, el Osasuna fue capaz de superar a los pupilos de Paco López tras un partido muy disputado en el que diez minutos de desconcentración granota fue suficiente para que los rojillos se llevaran los 3 puntos.
Con un sistema novedoso planteado por Paco López, protagonizado por una defensa de cinco, el conjunto visitante buscó frenar los ataques navarros, pero la idea se quedó en intención, pues en apenas diez minutos el Osasuna había amenazado la portera de Aitor hasta en cinco ocasiones.
Por parte visitante, solo una gran ocasión de Rochina pudo poner por delante al Levante UD pero, incomprensiblemente, el valenciano no convertía la ocasión manifiesta de gol.
El partido estuvo marcado por la igualdad en ambas áreas durante gran parte del partido. De hecho, parecía que el partido estaba destinado al reparto de puntos, y el Levante había mostrado una cara muy seria pese al inicio dubitativo, pero un penalti infantil de Campaña fue suficiente para decantar la balanza de lado de los locales.
El jugador sevillano derribó en el área a Brasanac, y el VAR fue justo decidiendo la pena máxima. Rubén García, como ya ocurrió en la ida, fue el encargado de marcar el gol del conjunto de Jagoba Arrasate.
El gol fue un golpe duro para los levantinos, e Íñigo Pérez aprovechó un balón suelto en el área tras una asistencia de Marc Cardona para poner el definitivo dos a cero en el marcador.
El Levante, con un colchón (todavía) grande de puntos con respecto al descenso, respira tranquilo en zona de nadie, plaza peligrosa siempre para los intereses levantinistas, que deben conseguir darle la vuelta a la situación con un par de resultados positivos.