El 14 de Mayo de 1994 se disputaba la última jornada de liga y enfrentaba en Riazor al Deportivo de la Coruña y al Valencia. El conjunto coruñés llegaba como líder y necesitaba conseguir la victoria para proclamarse campeón de liga por primera vez en su historia. El partido concluyó con empate a cero y el Barcelona cantó el alirón.
El encuentro estuvo marcado por un hecho que jamás los deportivistas olvidarán. En los momentos finales del partido el árbitro señalo un penalti a favor del Deportivo de la Coruña. Si lo marcaban ganaban la liga. Djukic, en aquella época central del Deportivo, tomó las riendas para lanzar la pena máxima. El final todos los sabemos; González, portero del Valencia, detuvo el penalti y el Depor dijo adiós a su sueño de gana la liga. El conjunto valencianista no se jugaba nada en aquel encuentro. Ahí comenzó una rivalidad entre gallegos y valencianos que perdura con el paso del tiempo.
El segundo episodio de la rivalidad entre ambos equipos se vivió en la final de Copa del Rey que se jugó en Madrid en 1995; la conocida final del agua. El partido fue suspendido con empata a uno en el marcador por la fuerte lluvia que dejó el Santiago Bernabéu impracticable. Tres días después se jugaron los 11 minutos que restaban del encuentro. Un gol de Alfredo, tras un fallo en una salida de Zubizarreta, dio el triunfo al Deportivo de la Coruña que lograba de esta manera el primer título en su historia.
Más tarde, en el inicio de siglo, la rivalidad deportiva entre ambos equipos era muy alta. El Valencia y el Deportivo eran la alternativa a Barça y Madrid. Las dos escuadras luchaban por los mismos objetivos y eso hacía que los partidos entre ambos fueran tensos y duros. En el verano de 2002 jugaron la supercopa de España; el Valencia como campeón de liga y el Deportivo como campeón de copa. La final quedó sentenciada en el partido de ida disputado en Riazor donde el Depor se impuso por un contundente (3-0). La vuelta en Mestalla no tuvo historia. Ayala fue expulsado en el minuto dos y el conjunto coruñés acabó ganando el encuentro (0-1) conquistando así un nuevo título para sus vitrinas.
En las siguientes temporadas la rivalidad deportiva descendió pero en las gradas no. Tanto en Coruña como en Valencia se vivieron percances que nada tienen que ver con el fútbol. En Riazor, Santiago Cañizares, tuvo que ser atendido tras el lanzamiento de una radio y una botella. En lo deportivo, lo reseñable de esas temporadas fue un gol de David Villa desde el centro del campo.
El último capítulo que acrecienta la rivalidad deportiva entre ambos equipos data de 2011. El Valencia visitaba el estadio de Riazor con los deberes hechos. El Deportivo se jugaba la permanencia en primera división. El conjunto valencianista logró la victoria (0-2) y el Deportivo descendió a segunda.
Deportivo de la Coruña y Valencia CF, dos equipos con muchos altibajos deportivos en la última década, pero con una rival que nació hace más de veinte años y que perdura en el tiempo.