lunes, mayo 13, 2024
spot_img

El A-Ball, innovación y pasión en el fútbol en silla de ruedas 

Tiempo de lectura: 6 minutos
5
(1)

El fútbol es más que un deporte; es un lenguaje universal que une a personas de todas las edades, géneros y culturas. Sin embargo, para aquellos que enfrentan desafíos de movilidad, la oportunidad de participar en este deporte puede parecer inalcanzable. Es aquí donde surge el A-Ball, una nueva categoría deportiva que no sólo busca integrar a personas con discapacidades físicas en el mundo del fútbol, sino que también aspira a convertirse en una disciplina paralímpica reconocida a nivel internacional. 

Orígenes y Desarrollo 

El concepto del A-Ball se gestó en la mente de Fernando Giner, un exjugador profesional de fútbol de equipos de la 1ª División de la Liga de Fútbol en España. Su inspiración vino de un encuentro con un joven discapacitado que lo llevó a cuestionarse por qué el fútbol no podía ser accesible para todos. Con el apoyo del Dr. César Iribarren y José Bernardo Noblejas, se estableció un equipo dedicado a materializar esta visión. 

Una pieza fundamental en el desarrollo del A-Ball fue la creación de ÉOOS, un dispositivo especial diseñado para adaptarse a sillas de ruedas y permitir a los jugadores controlar el balón con facilidad, brindando una experiencia de juego similar a la del fútbol convencional. 

Partido de A-Ball

Reglas y Normativas 

El A-Ball ha establecido un conjunto específico de reglas y normativas diseñadas para mantener la integridad del juego mientras se adapta a las necesidades únicas de los jugadores en silla de ruedas. 

Una de las reglas se refiere al papel del portero, quien tiene limitaciones en el uso de sus manos y acciones dentro del área. Por ejemplo, el portero solo puede usar su carro para detener un disparo a puerta o interceptar un pase dentro del área por parte de un rival, y no puede usar las manos a menos que se cumplan ciertas condiciones, como en jugadas de saque de esquina o cuando el balón supera cierta altura. 

Otra regla importante es la relativa a la cesión al portero. A diferencia del fútbol convencional, en el A-Ball no existe la cesión al portero, lo que significa que los jugadores pueden pasarle el balón tantas veces como deseen, eliminando así la restricción de tiempo de posesión del portero en su área. 

Además, se establecen normas estrictas para el juego dentro y fuera del área del portero. Por ejemplo, en jugadas a balón parado puede defender uno más el portero dentro del área y en jugada normal no se puede defender dentro del área ni jugar el balón. Otra norma es que nunca puede haber más de tres jugadores defendiendo en el campo. En estos casos de defensa ilegal se castiga con un penalti. 

Estas son solo algunas de las reglas que rigen el A-Ball, todas diseñadas para promover un juego dinámico, justo y emocionante, mientras se adapta a las necesidades y habilidades de los jugadores en silla de ruedas. 

Por otro lado, la duración del partido son de dos partes de 20 minutos con periodos de 10 minutos a reloj parado cada una, por lo que en total se juegan 40 minutos de partido. También disponen de un tiempo muerto de no más de un minuto por parte. 

DOs jugadores de la UPV disputando un partido

Las Sillas Deportivas 

Las sillas utilizadas en el A-Ball son mucho más que simples dispositivos de movilidad; son herramientas diseñadas específicamente para potenciar el rendimiento de los jugadores en el campo de juego. Con modelos que abarcan desde deportistas principiantes hasta jugadores profesionales, estas sillas se adaptan a una amplia gama de necesidades y habilidades. 

Desde la Silla Ventus, caracterizada por su versatilidad y robustez, hasta la Quickie All Court, que ofrece una fusión perfecta entre jugador y silla gracias a su armazón ajustable y su variedad de opciones de personalización, cada modelo está diseñado para brindar comodidad, durabilidad y un rendimiento óptimo en el terreno de juego. Con características como chasis rígidos, cojines antivuelco y sistemas de regulación de peso, las sillas del A-Ball permiten a los jugadores moverse con agilidad, precisión y confianza mientras disfrutan del deporte que aman. 

Además, según el entrenador de la UPV y organizador de los partidos de la liga, Toni Falcó, estas sillas están equipadas con el revolucionario mecanismo EOOS, que se compone de dos pinzas que funcionan como pies y llevan unas manivelas que se controlan desde debajo de la silla hasta la altura de las manos. Falcó explica: «A partir de ahí, con esas manivelas manejas las pinzas para poder pinzar el balón, tenerlo entre las pinzas o golpearle con el exterior de las pinzas. Incluso al golpear fuerte las manivelas, la pelota sale disparada gracias a una pala trasera.» 

Según Carlos, jugador de la UPV: «El dispositivo no es muy complejo, solo hay que saber más o menos reaccionar en el momento adecuado, lo complejo realmente es manejar la silla, hay que tener una experiencia importante; cualquiera que se sube a la silla puede manejarla adelante y atrás, pero llegar a manejarla bien lleva su tiempo.» 

Sorteo inicial antes de un encuentro

Inclusión y Difusión 

El A-Ball no solo está ganando terreno en el ámbito deportivo, sino que también se está integrando en clubes de fútbol profesional y amateur, así como en organizaciones dedicadas al deporte adaptado. Esta inclusión no solo brinda oportunidades para personas con discapacidades físicas, sino que también invita a aquellos que se sienten atraídos por el deporte a participar y apoyar esta nueva disciplina. 

Según Toni Falcó: «Los principales valores del deporte inclusivo yo creo que todo el mundo los tiene claro, el deporte inclusivo lleva unos valores sociales, unos valores de igualdad, de inclusión implícitos, todos ahí dentro pero también hay unos valores deportivos. La gente que practica el A-Ball, por un motivo u otro, tiene ese hándicap de no poder practicar el fútbol convencional y esto se lo permite. Pero se da un paso más porque permite al que puede estar de pie puede también sentarse en la propia silla y participar del juego. Con lo cual es un deporte inclusivo total.»

Además, agrega: «El objetivo es conseguir todas las metas de cualquier deporte, el ser oficial, el pertenecer a una federación, el tener una liga federada y el conseguir que se expanda, primero por todo el territorio nacional y luego por todo el territorio europeo e internacional. Es un objetivo deportivo que es secundario a lo que pueden ser los valores de inclusión de este deporte.» Estas declaraciones reflejan el compromiso tanto deportivo como social del A-Ball, destacando su potencial para promover la inclusión y la igualdad a través del deporte. 

Por otro lado el hecho de que este año se haya conseguido hacer una liga de A-Ball es un gran paso importante, ya que esto podría hacer que la gente vaya conociendo poco a poco el deporte, para Carlos, jugador de la UPV, representar la Comunidad Valenciana en una liga que es nacional le hace sentirse orgulloso de sí mismo “detrás hay un trabajo importante, yo estoy desde los primeros inicios del A-Ball y haber llegado hasta aquí con esta situación, que es una liga en nacimiento, pues la verdad es que estoy bastante orgulloso”. 

Además agrega que su momento más emocionante como jugador fue “hacer el saque de honor en el primer partido de liga de la historia del A-Ball, meter un penalti en ese partido y compartir ese momento con el resto de jugadores, tanto del Valencia como los de la UPV, que para mi son todos amigos muy cercanos”. 

Academia en el A-Ball 

Lo malo de este deporte es que muy poca gente joven se anima a apuntarse, lo más normal es ver a gente mayor practicar el A-Ball. El jugador de la UPV, Carlos agrega que “Tienen que aparecer los jóvenes. No veo gente joven, no se si es por la sobreprotección familiar, o que los padres no les dejan entrar en estos círculos, o la falta de interés. Para mí cuanta más gente joven mejor pero hay una escuela de A-Ball con una edad bastante avanzada. Por triste que parezca, a los chavales jóvenes no los encuentras”. 

Por suerte, hay una Academia, «The Next Generation Sports», que se ha convertido en el epicentro del desarrollo y la formación en el ámbito del fútbol en silla de ruedas. Con un enfoque en la innovación, la calidad y el trato personalizado. Esta institución no solo busca perfeccionar las habilidades deportivas de sus miembros, sino también promover valores fundamentales como el trabajo en equipo y la pasión por el deporte.

Perspectivas Futuras 

El A-Ball está en camino de convertirse en mucho más que una categoría deportiva; es un símbolo de superación, inclusión y pasión. Con cada paso que se da hacia adelante, se están derribando barreras y creando un mundo donde todos tienen la oportunidad de jugar, competir y triunfar, independientemente de sus habilidades físicas. El A-Ball es más que fútbol en silla de ruedas; es un movimiento hacia un futuro más inclusivo y equitativo en el mundo del deporte.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una copa para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

- Advertisment -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -spot_img

Únete

spot_img

Fotogalerias

Podcast en IVOOX

Últimas noticias

Vídeos

Instalar
Ir a la barra de herramientas