El Valencia CF se juega mucho más de lo que parece en el partido ante el Manchester United. Deportivamente no hay nada en juego para los de Mestalla pero se juegan el prestigio y un buen pellizco económico.
La participación del Valencia CF en la Champions League esta temporada llegará mañana a su fin en Mestalla. Un final precipitado debido a una irregular fase de grupos que hace que los valencianistas no tengan posibilidad alguna de clasificación para los octavos de final. Como mal menor, tienen bajo el brazo el pase a la Europa League. Una victoria haría que fuesen cabezas de serie en el sorteo de dieciseisavos de final lo que facilitaría el rival. Recordemos que en la segunda competición europea hay equipos tan temibles como el Chelsea, el Arsenal o el Milán.
El tema económico es algo secundario para muchos valencianistas ya que, el Valencia CF ha de salir siempre a ganar juegue contra quien juegue. Mañana podría haber sido un partido grande y Mestalla debería haber vivido una noche mágica como las de antaño pero no será así. Ha sido un grupo dificil pero el empate en Suiza ante el Young Boys, donde estabas obligado a ganar, ha condenado al conjunto ché.
El Manchester United llega con la clasificación debajo del brazo pero aún tiene opciones de acabar la primera fase como líder de grupo. Es algo complicado porque no depende de sí mismo y la Juventus de Turín tiene un partido sencillo, en teoría, ante el Young Boys. Pese a estos factores, seguro que los de Mourinho quieren ganar y no les pondrá las cosas fáciles al Valencia CF.
A Marcelino, poco a poco, se le va acabando el crédito y las «excusas» de los malos resultados del equipo. Ante el Sevilla se cosechó un nuevo empate «in extremis» y se vivió una situación desagradable en la grada de Mestalla donde, la gran mayoría de la afición, mostró su descontento con la temporada del equipo. En esa ocasión la diana estaba puesta en Anil Murthy. El presidene del equipo está demostrando ser muy torpe con las declaraciones que hace sobre el equipo y sobre los aficionados.
La ruleta puede girar y el punto de mira se puede centrar en el entrenador como no consiga buenos resultados en lo que queda de 2018. Restan tres partidos; Manchester United, Eibar y Huesca y el Valencia CF está obligado a ganar los tres para no tirar la temporada a la basura, -si no lo ha hecho ya-.
No hay excusas. La falta de suerte, el acierto de los delanteros, la eficacia de los rivales o los gatos negros que pasan por debajo de las esaleras vestidos de amarillo. Solo vale ganar, ganar y volver a ganar. Marcelino es la base del proyecto valencianista pero el fútbol no espera a nadie y los resultados lo pueden condenar. Por el bien del Valencia CF, esperemos que se pueda comer los turrones en el banquillo valencianista.