El Villarreal, ya con los deberes hechos y clasificado matemáticamente para la próxima edición de la Champions League, recibirá este domingo a las 16:15 horas en La Cerámica a un Sevilla con muchas bajas. El conjunto hispalense, dirigido por Joaquín Caparrós, llega a la última jornada sumido en una profunda crisis deportiva e institucional.
A las ausencias obligadas por sanción de Isaac Romero y Loïc Badé, ambos expulsados con roja directa en la jornada anterior contra el Real Madrid. La baja del central francés es muy significativa, ya que ha sido el tercer jugador con más minutos esta temporada en el equipo hispalense esta temporada. Con Isaac sancionado y Akor Adams lesionado desde principios de abril, el único delantero centro disponible para Caparrós será Álvaro García Pascual.
Además de los sancionados, el Sevilla acumula una larga lista de lesionados: Tanguy Nianzou, de baja desde noviembre; Diego Hormigo, con molestias físicas; Saúl Ñíguez, que sufre problemas en el tendón rotuliano; Rubén Vargas, fuera por una lesión en los isquiotibiales; y Akor Adams, ya mencionado anteriormente. Ante este panorama, se espera que Caparrós recurra al filial para completar la convocatoria.
Por su parte, el Villarreal llega al encuentro tras una victoria en Montjuic que le aseguró la quinta plaza en la clasificación. El equipo de Marcelino cerrará la temporada en casa con la tranquilidad del objetivo cumplido. Se enfrentan así dos equipos en dinámicas muy opuestas, en un partido sin trascendencia clasificatoria pero con el orgullo en juego. Ambos buscarán despedirse con buen sabor de boca ante sus respectivas aficiones.