En la madrugada española del 29 de marzo, y tras 42 días y 22 horas de navegación, el Telefónica Azul de Bouwe Bekking y el campeón olímpico Iker Martínez entraba en Río de Janeiro procedente del puerto chino de Qingdao, alcanzando su gran objetivo de terminar ilesos una etapa marcada por las desgracias para el equipo español. La buena noticia es el regreso a la regata del Telefónica Negro tras verse obligado a abandonar la etapa anterior.
Luis Carbonell | NOSTRESPORT.COM
La historia del Telefónica Azul en la etapa más larga de la historia de la Volvo Ocean Race con 12.300 millas (casi 23.000 km) de las 27.700 (51.300 km) de que consta esta Vuelta al Mundo a Vela, estaba marcada desde el mismo día de la salida el pasado 14 de febrero por el infortunio.
Con el Telefónica Negro de Fernando Echávarri ausente de esta etapa -tras verse obligado a abandonar en la anterior entre Singapur y Qingdao (China) por problemas estructurales sufridos durante un gran temporal de mar y viento-, el Telefónica Azul se quedaba como único representante español en la «etapa reina» de la Volvo Ocean Race, pero poco antes de tomar la línea de salida sufría una colisión fortuita con una roca, viéndose obligado a regresar a puerto y retomar la navegación con 19 horas de retraso respecto a todos sus rivales.
Sin caer en el desánimo y conscientes de que se trataba de la regata más larga de la historia -cargaron comida para casi dos meses-, el Telefónica Azul de Bouwe Bekking e Iker Martínez iniciaba una trepidante persecución en busca de sus rivales, realizando jornadas de navegación realmente buenas.
Pero nuevamente la mala suerte se cebaba con el barco español, y esta vez de manera definitiva. Cuando mejor lo estaban haciendo alcanzando a sus rivales rompían el stay de proa, uno de los cables de acero que tensan y fijan el mástil para que pueda soportar sin partirse la enorme presión que ejercen las velas de un barco VO70 al recoger el viento.
La rotura, sin aparente explicación y en una pieza que había sido cambiada y revisada antes de la salida, suponía un mazazo anímico para la tripulación española, que se quedaba sin opciones de pelear por la victoria, al verse obligados a navegar un veinte por ciento por debajo de su potencial. Sin uno de los puntos de apoyo claves del mástil, en caso de forzar demasiado se arriesgaban a romper la jarcia e incluso partir el palo, lo que habría supuesto sin duda alguna su abandono definitivo de la regata y poner en riesgo la seguridad de tripulantes y el propio barco.
A partir de ese momento el Telefónica Azul cambiaba su modo de navegación y centraba sus esfuerzos en llegar de una pieza a meta, en Río de Janeiro. Solo su pundonor les permitió, tras pasar las metas volantes en última posición y llegar a estar a 800 millas del resto de la flota, iniciar una impecable remontada y llegar a las dos últimas jornadas con algunas opciones de superar al Green Dragon, el rival que le antecedía.
El Telefónica Azul hacía su entrada en Río de Janeiro tras 42 días y 22 horas y una agónica aproximación al puerto brasileño, donde se reunían con sus compañeros del Telefónica Negro, ya en Río, junto a quienes comienzan ya a preparar las siguientes citas de la Vuelta al Mundo a Vela: la regata costera una semana después de la llegada, y la siguiente etapa de la Vuelta al Mundo entre Río de Janeiro y Boston (Estados Unidos).
AÚN RESTAN POR DISPUTARSE LA MITAD DE PUNTOS DE LA VUELTA AL MUNDO
A pesar de que se ha recorrido ya dos tercios de la Vuelta al Mundo, aún quedan por disputarse la mitad de los puntos por lo que los barcos españoles regresarán a la competición con todas las opciones del mundo de recuperar posiciones.
El Telefónica Azul buscará recuperar la segunda posición de la general, perdida en esta etapa en beneficio del Puma norteamericano, que intentará imponerse en la etapa que acaba en su país, y volver a atacar al Ericsson 4, líder de la Volvo Ocean Race y único equipo junto al español que ha logrado cinco victorias de etapa en la Vuelta al Mundo.
Por su parte el Telefónica Negro, tras dos etapas sin poder puntuar por los daños estructurales ya subsanados en la embarcación, intentará mejorar la sexta posición que ocupa en la general y demostrar el excelente rendimiento alcanzado antes de la avería. En el momento del abandono el barco de Fernando Echávarri pugnaba por lograr su primera victoria en la Vuelta al Mundo y tenía muy factible sumar otro podio.
VICTORIA ÉPICA DEL NOVATO ERICSSON 3
Al margen de todos los equipos ya mencionados, los grandes protagonistas de la etapa más larga de la historia de la Volvo Ocean Race han sido los tripulantes del Ericsson 3, un equipo formado por navegantes con apenas experiencia oceánica salvo su patrón Magnus Olsson, y que se doctoraban con una navegación impecable logrando su primera victoria en la Volvo Ocean Race.
El equipo sueco tomó la salida en último lugar, tras haber sufrido severos daños en la cuarta etapa y tener que reparar en Taiwan a contrarreloj. En la primera meta volante ya era segundo tras una gran remontada, y en la siguiente ya lideraba la etapa. Fue también, a pesar de la juventud y poca experiencia de sus tripulantes, el equipo más valiente y el único que optó por iniciar un acercamiento anómalo al mítico Cabo de Hornos, aceptando entrar de nuevo en combate con vientos de ceñida (de cara) de más de 30 nudos, una opción que los demás rivales descartaron tras la dantesca etapa entre Singapur y Qingdao.
La arriesgada apuesta táctica dio sus frutos y el Ericsson 3 alcanzaba el punto más famoso de la navegación mundial, Cabo de Hornos, en una sorprendente primera posición, abandonando el Océano Pacífico e iniciando el ascenso del Atlántico hasta Río inmerso en una memorable batalla con sus compañeros del Ericsson 4 del brasileño Torben Grael, que intentó aprovechar la enorme experiencia de sus tripulantes y su conocimiento de la costa de su país para darles caza. Pero el alumno demostró estar ya al nivel del maestro, entrando en meta victorioso con menos de apenas unas horas de ventaja respecto a Ericsson 4 y a Puma, que se mantuvo al acecho en todo momento.
La sexta etapa, a partir del 11 de abril, se presenta apasionante, con la irrupción del Ericsson 3, el regreso de los barcos Telefónica Negro y Delta Lloyd, el regular Puma y el Telefónica Azul de nuevo al máximo nivel, frente a un Ericsson 4 que no podrá permitirse ni un descuido