La Champions es la Champions. Es la mejor competición entre clubes del mundo y eso se nota. El Valencia CF volvía ayer tras más de mil días y había muchas expectativas. Todos salió mal. El partido se puso de cara con la expulsión de Cristiano Ronaldo pero dos penaltis evitables condenaron a los valencianistas que acabaron perdiendo ante la Juventus.
Junto a Real Madrid y Barcelona, la Juve es el máximo favorito para ganar la Liga de Campeones esta temporada. Tiene un auténtico equipazo y un muy buen entrenador que sabe dirigir a sus jugadores. Ahora mismo, le pese a quien le pese, el conjunto italiano está varios escalones por encima del Valencia y eso ayer se notó en el terreno de juego. La calidad, la experiencia y el talento de los «juventinos» hizo que el Valencia se quedara sin ideas incluso cuando jugó contra diez. Es cierto que se le puede exigir mucho más al equipo pero esto acaba de empezar y la derrota de anoche estaba entre los planes. Las opciones de clasificación están intactas y todo dependerá de lo que ocurra en el doble enfrentamiento ante le Manchester United.
Culpar a un jugador o a otro no tiene sentido porque ninguno estuvo bien. Quizás, Carlos Soler fue el más destacado porque le puso ímpetu al final pero todo estaba perdido. El sistema defensivo hace aguas y al centro del campo le falta un timón porque Parejo no está rindiendo a su nivel. En la delantera no hay gol. Hay cuatro muy buenos delanteros pero de momento no tienen acierto cara a portería. Llegará. Todo cambiará porque en el banquillo está Marcelino. El entrenador asturiano tiene crédito más de que de sobra porque gracias a él, el equipo está donde está; jugando con los mejores en Europa.
Otra vez más, y ya son muchas temporadas, Parejo está en el ojo del huracán. Siempre es el centro de todas las miradas y cada acción de su juego es mirada con lupa. Es cierto que no ha empezado el año futbolístico al nivel que se esperaba pero no todo lo que le pasa al Valencia en este inicio de temporada es culpa suya. La grada de Mestalla la tiene tomada con el «10» y al segundo error ya se escucha algún pito en la parroquia valencianista. El capitán lleva siete temporadas en el equipo y todos los entrenadores que han pasado por el club han contado con él como base de su juego. Por algo será. Otros jugadores fallan más que él y se les perdona. Tengamos paciencia con Parejo. Dejen jugar al diez.
Hay que hacer borrón y cuenta nueva y pensar que el domingo el equipo tiene que ganar al Villarreal para no descolgarse en la liga. En la próxima semana se juegan tres partidos. Hay que lograr los nueve puntos para cambiar el rumbo del equipo y colocarlo donde merece. La Champions es un premio y por lo tanto hay que disfrutarla como tal. El ambiente anoche en la grada de Mestalla era espectacular. La afición estuvo entregada todo el encuentro porque en Valencia hay ganas de noches grandes. Llegarán pero tengamos paciencia.
