Con Moleiro anunciado, el Villarreal está pendiente a las ofertas que pueda recibir para ver cuanto va a ser necesario mover ficha en el mercado de fichajes. Con Thierno Barry y Álex Baena en el escaparate, el submarino sabe que puede recibir un atractivo montante proveniente de jugadores que no pertenecen a sus filas. Se trata de dos futbolistas que pasaron por Miralcamp y que decidieron abandonar la ciudad de La Plana en busca de una nueva oportunidad.
En primer lugar, el centrocampista del Valencia Javi Guerra, que pasó por las categorías inferiores del Villarreal antes de poner rumbo a la capital del Turia, está recibiendo múltiples ofertas. El favorito para hacerse es el Milán que, según informó el medio Sky Sport, estaría dispuesto a ofrecer al cuadro ché 16 millones más cuatro en variables por los derechos del internacional sub-21. En el caso de producirse el traspaso, el Villarreal obtendría el 30% de dicha cifra por una clausula que se instauró para que el futbolista pusiera rumbo a Paterna.
El otro caso es el de Andrei Ratiu, que también pasó por las categorías inferiores amarillas y, en este caso, abandonó La Cerámica para unirse a la SD Huesca en un paso previo a triunfar en Vallecas. Con el lateral rumano existe un dilema ante la negativa de Kiko Femenía sobre una posible renovación. En el caso que el defensor alicantino hubiera querido prolongar su contrato, el Villarreal hubiera dado por cerrada la posición de lateral diestro junto al canterano Pau Navarro y, por tanto, vería con buenos ojos la venta de Ratiu sobre la que mantiene el 50%. En Italia no le faltan clientes y desde el país mediterráneo señalan que es prácticamente imposible que el Rayo Vallecano pueda retener al futbolista.
Sin embargo, después no llegar a un acuerdo entre Femenía y la entidad ‘grogueta’, el submarino podría incorporar al futbolista por una módica cifra de 7,5 millones de euros gracias a una opción de compra que también quedó estipulada en la salida del internacional rumano.
Es cierto que el Villarreal no depende de dichas operaciones para afrontar de una u otra manera el mercado de fichajes. Pero, a nadie le amarga un dulce y, en el caso de que se produjeran, otorgaría una mayor libertad y capacidad de decisión a la directiva amarilla.
