El calendario anual siempre guarda fechas especiales para marcar en rojo. Días inolvidables, que solo se repiten una vez cada 365 días y que hay que saber disfrutar al máximo. Hoy, día 18 de marzo, el Valencia CF cumple 101 años de historia, marcados por el sentimiento ché, siempre fiel al murciélago.
El Valencia CF siempre ha sido un club laureado, de los más icónicos en España e importante en el continente europeo, donde solo le ha faltado levantar la gran UEFA Champions League. Mestalla está presidido por una gran vitrina, signo de la grandeza del club. 6 Ligas, 8 Copas del Rey, 1 Supercopa de España, 2 Supercopas de Europa, 11 Campeonatos Regionales, 2 Copas de Feria, 1 Recopa de Europa, 1 Copas de la UEFA, 1 Intertoto y 1 Copa Eva Duarte son el argumento principal de un club centenario e histórico.
Sin embargo, el año del Centenario ha estado marcado por la autodestrucción que, unido a la incertidumbre que vive el país en medio de la crisis del Coronavirus, ha dejado de lado cualquier preocupación centrada en el deporte, en una situación casi límite que ha dejado a España con el Estado de Alarma y con sus ciudadanos metidos en casa.
Hace justo un año, la bandera del Valencia CF recorría la ciudad de Valencia con miles de aficionados a sus espaldas en la marcha cívica del Centenario, que contó con ilustres como Arias, Kempes, Claudio López o Amadeo Carboni, entre otros. La antítesis se aprecia justo un año después, con medio equipo infectado por la gripe.
La incertidumbre actual es el estado perfecto para definir el actual Valencia CF. Con la Copa del Rey conquistada el 25 de mayo del año anterior, nadie pensaba que la temporada siguiente fuera a ser una montaña rusa de sensaciones y resultados, pero una serie de acontecimientos han ocasionado el fin del proyecto deportivo que comandaron Mateu Alemany, ahora cerca de fichar por el Atlético de Madrid, y Marcelino García Toral, pretendido por media Europa.
Hace un año, con el equipo en una final de Copa del Rey, en busca de unas semifinales europeas y ya recuperado en la lucha por meterse en Liga de Campeones, el escenario deportivo ha cambiado por completo, y la lucha de egos y un proyecto que no aprende de errores pasados ha derivado en que el Valencia CF, una de las veinte plantillas más poderosas de Europa, no solo esté séptimo en Liga, sino que cayó en cuartos de final ante el Granada en la Copa del Rey y prácticamente fue un juguete roto en manos del Atalanta.
En 366 días (año bisiesto), las sensaciones y resultados del equipo no son las mejores, seguramente tampoco acordes a un club que siempre debe estar en los puestos de Europa, pero la incertidumbre y el miedo de la sociedad española (y en todo el mundo, en general) es, ahora mismo, lo que realmente importa.