Penalty, penal, pena máxima, suerte fatídica, la lotería de los penaltis … El penalti de Panenka forma parte de la historia de las Eurocopas y es la imagen más recordada de la Euro 1976.
Esta fase final contaba con Holanda como gran favorita, pero al final se llevó el entorchado la extinta república. Checoslovaquia, la unión de Chequia y Eslovaquia de la actualidad, había hecho grandes actuaciones en los Mundiales, subcampeón en 1934 y 1962. Y después fue finalista en 1996, nuevamente contra Alemania en Inglaterra (con Smicer, Berger, Poborsky…), pero hasta ese momento no era de las outsiders.
Muchas han sido las variantes que se han adoptado a la hora de lanzar la pena máxima, como la paradinha, haciendo fintas con el cuerpo para despistar al portero, mantener fija la mirada en el guardameta sin mirar al balón… pero la modalidad del centrocampista centroeuropeo, por el momento y la importancia fue clave e hizo fortuna.
Imagen histórica
Panenka no era un jugador con una gran repercusión en ese momento en el Viejo Continente. Era trabajador, no exento de calidad, pero no brillaba especialmente. Después de la genialidad delante de Sepp Maier pasó a la historia del balompié.
Jugadores como Totti, Zidane, Djalminha… probaron esta suerte balompédica, que cuenta con la desventaja de que si el meta la bloca, queda en ridículo el ejecutor.
Con la gran cantidad de partidos en esta fase final de Francia y con la aparición de los octavos de final y la posibilidad de llegar a las tandas de penaltis por tanto, es muy probable que veamos este arte en territorio galo.