El Valencia no gana en Ipurua desde hace cuatro años, justo cuando ascendió el equipo armero por primera vez a la máxima categoría
La Sociedad Deportiva Éibar no es un equipo al que se le de bien al Valencia. Especialmente jugar allí, en Ipurua. Tierra hostil para un equipo que solo ha ganado una vez, y fue cuando ascendieron los de Mendilibar a Primera División. Marcelino puede sentarse por penúltima vez en el banquillo del Valencia mañana si no le gana al Éibar y hace lo propio la próxima semana contra el Huesca, actualmente colista, en casa. Un crédito, que bien lo sabe él o sino se lo recuerdan los periodistas en cada rueda de prensa, que se ganó la temporada pasada. El asturiano sabe que se juega su futuro en los próximos dos encuentros y para ello el Valencia debe volver a ganar en Ipurua cuatro años después.
En la lista de 18 ha vuelto a entrar Kangin Lee, que se qué con el regustillo de no poder debutar en Champions League el pasado miércoles, pero que sabe la importancia y la esperanza que trae su figura en la actual plantilla. En cambio, Kondogbia, Gameiro, Lato y Guedes se han quedado en Valencia por lesión. El portugués se operó ayer y se estima que tiene un periodo de recuperación de dos meses. También se queda fuera de la convocatoria, Jeison Murillo. Pero por decisión técnica. El central colombiano está contando las horas para salir del club de Mestalla en el mercado invernal.
Será un duelo entre dos conjuntos que comparten una situación prácticamente idéntica a efectos clasificatorios. El Éibar está situado una posición por encima del Valencia con un punto más. El equipo de Mendilibar viene de cosechar dos empates seguidos: en la vuelta de Copa contra el Sporting, precisamente rival del Valencia, y otro contra el Levante con muchos goles (4).