Rubi acentuaba el valor de la victoria conquistada ante el finalista de la Liga de Campeones en la penúltima jornada de la competición liguera. El preparador instó a sus jugadores en la previa de la confrontación a actuar con honestidad y profesionalidad, pese a que el partido carecía de heráldica tras la consumación del descenso a Segunda División.
“Quiero darle el mérito a mi equipo que durante todo el partido ha estado muy metido”, advirtió. “Cada partido empieza 0-0 y es la ventaja que tiene el débil, pueden pasar muchas cosas y se ha demostrado, nuestro equipo en casa en la segunda vuelta ha tenido un nivel muy alto, ha sido una continuidad de la segunda vuelta, tampoco ha sido nada diferente”, razonó cuando se le cuestionó por las causas que posibilitan que un equipo que se despide de la máxima categoría sea capaz de rebatirle el triunfo a un aspirante a la Liga BBVA. Rubi enfatizó la imagen mostrada por el Levante.
“Es muy difícil marcarle goles, el segundo ha sido más fácil, sabíamos que si llegábamos al final con el marcador ajustado íbamos a encontrar espacios porque a ellos no les servía el empate. El primero ha sido una buena jugada buscando la espalda del lateral, no hemos hecho muchas así, pero hemos estado efectivos, otro día no marcas y éste tocaba que sí. He visto otros años que el equipo que no se jugaba nada perdía 0-8, a veces si estás relajado te cae un vendaval. Comenzar 0-1 en el primer minuto ha sido una bofetada grande, nos ha costado mucho, pero hemos hecho correr al Atlético, que no es fácil”.
No obstante, la victoria no empaña la sensación de vacío que deja el descenso. “Sigo triste igual, estoy contento porque no nos hemos dejado, ni hemos visto una banda de equipo. Los jugadores han intentado aplicar el trabajo pero no me compensa ni in 5% de lo que llevo dentro”, aseveró.