Los taronja mantienen la esperanza de entrar a los Playoffs con la victoria (86-90) ante el ALBA Berlín, en un partido que no controlaron en ningún momento, pero remontaron hasta 17 puntos y se jugarán todo en la última jornada de Euroliga.
Lo único bueno del inicio del partido fue el triple de Sam Van Rossom en los primeros instantes. Después se vino un parcial desastroso de 13-0, tras el que Ponsarnau, después de haberse tomado su tiempo, pidió minuto para frenar la sangría. El tiempo muerto parecía haber mejorado mínimamente la situación, pero el ALBA continuaba con demasiada ventaja para el poco tiempo jugado (23-11). Un triplazo de Marcus Eriksson pese a una buena defensa taronja cerraba un cuarto en el que mejor no le podía ir a los alemanes (26-13), a los que los de Ponsarnau echaron una mano. Así lo demostraba la valoración conjunta de ambos equipos: 36 para los locales y 10 para los visitantes.
En el segundo cuarto la dinámica seguía siendo la misma. Los triples de Nikola Kalinic y Klemen Prepelic, con dos, maquillaban el espesor en ataque de los taronja. Eriksson seguía de dulce, anotando canastas imposibles que no ayudaban a los ánimos del Valencia. Ni los tiros bajo el aro entraban, se sucedían pérdidas totalmente evitables y se llegaba tarde a las ayudas y los punteos de tiro. Pese a las pérdidas, Prepelic parecía ser el único enchufado en ataque con su efectividad desde más allá del arco (4/5), sumando hasta 17 de los 42 puntos del cuadro valenciano en el descanso. Los últimos momentos del cuarto fueron un tanto mejores, pero Valencia Basket tendría que remar en la segunda parte (53-42).
Tras la vuelta de los vestuarios pudimos ver un partido diferente. Valencia Basket se metía en el encuentro y se jugaba a lo que funciona para los taronja: mejor defensa y puntos al contrataque, más jugadores involucrados en la circulación de balón y mayor presencia interior, tanto en defensa como en ataque, con Mike Tobey generando desde sus continuaciones de bloqueos directos. Además, Prepelic seguía entonado, siendo agresivo de cara al aro, asistiendo e incluso recuperando balones, como aquella falta en ataque provocada sobre Lammers. Con un 70-64 en el marcador, el tercer cuarto finalizaba con esperanzas para los de Ponsarnau de cara al último periodo.
Kalinic y Prepelic, que estaban siendo la cara más visible de los taronja, no iniciaron el cuarto y su equipo lo pagó caro. Pese a tener que reservar sus esfuerzos, hoy el descanso no podía servir como opción. En el minuto y poco que el escolta estuvo fuera, los alemanes se volvieron a poner a diez. Nada más volver a pista, anotó su quinto triple del partido, demostrando la obligatoriedad de su presencia en pista. El pedazo de alley oop a la contra entre Van Rossom y Williams ponía al Valencia a tres puntos (76-73). La precipitación de los alemanes y el buen hacer defensivo del Valencia igualaba el marcador (79-79). No hubo mejor manera de adelantarse en el marcador con otro alley oop entre el belga y el norteamericano. El posterior 2+1 de Williams ponía el 86-88 a falta de 20 segundos. Finalemnte, gracias a unos minutos brillantes del ex NBA, Valencia Basket se llevó el partido por 86-90.