Rossi acabó segundo y Crutchlow cerró el cajón. Lorenzo, Márquez y Pedrosa acabaron por los suelos
La carrera de MotoGP del gran premio de la República Argentina ha sido, en los primeros compases, una prueba de eliminación. Primero Jorge Lorenzo, luego Marc Márquez, Dani Pedrosa, Andrea Dovizioso y Aleix Espargaró, todos ellos se han ido al suelo y se han ido descartando de la lucha por las posiciones delanteras. En esta carrera de desgaste, el más listo fue Maverick Viñales, que se alejó de cualquier sombra de perseguidor que se atreviera a acercársele. Tras él, Cal Crutchlow y Valentino Rossi lucharon por el segundo plato, el segundo escalón del podio, que finalmente fue para el italiano. A las orillas del podio se quedó el piloto del Pull&Bear Aspar, Álvaro Bautista, quien ya avisó a principios de temporada de que lucharía por entrar en el top 5. Tras una intensa batalla con Pedrosa, Zarco y Petrucci, el español ha marcado sus mejores vueltas en la fase final de la carrera.
El Pull&Bear Aspar repitió de este modo la cuarta posición que logró hace un año en el gran premio de la República Argentina y cerró un fin de semana de ensueño en el que consiguió su mejor clasificación en parrilla con Karel Abraham (segundo) y su mejor clasificación en un gran premio con Álvaro Bautista (cuarto). El español sólo lamentó los valiosos segundos que se le escaparon en las primeras vueltas, cuando los pilotos de cabeza más fuerte rodaron, ya que de no haberse alejado en los giros iniciales podría haber terminado la carrera luchando con ellos al contar con mejor ritmo en la parte final. Por su parte, el checo Karel Abraham, que arrancaba desde la primera fila, sufrió un poco en las primeras vueltas pero en cuanto se estabilizó alrededor de la décima posición se mostró seguro de sí mismo y luchó de tú a tú con Miller y Baz.
Para Héctor Barberá el Gran Premio de Argentina tampoco ha sido fácil. Durante todo el fin de semana ha trabajado con su equipo en busca de una puesta a punto que le permitiera encontrarse cómodo con su moto. Por lo tanto, terminar decimotercero y sumar otra vez puntos ha sido lo más positivo en este Gran Premio. «Ha sido un fin de semana muy complicado y no ha habido manera de domar a la ‘fiera’. Hemos probado todos los reglajes que permite esta moto; no he hecho dos salidas a pista con la misma configuración y estamos en un punto donde queda claro que la moto no se puede adaptar la moto a mi estilo. Por eso tengo claro que soy yo el que tengo que adaptarme a la moto. Ya el año pasado cuando la probé no nos fue bien y durante todo el invierno me ha costado muchísimo. La primera carrera en Qatar no era una referencia porque estaba mal de la clavícula, pero las sensaciones fueron muy malas. Pero aquí ya estaba bien y no han mejorado. En 25 vueltas no ha habido una curva donde haya ido bien y así es imposible, porque voy todo el tiempo peleándome con la moto.”
