Edu Albacar: leyenda en el Elche Club de Fútbol y segundo entrenador de Bordalás en el Valencia. Fue anunciado como nuevo entrenador del Athletic Torrellano el pasado domingo diez de diciembre. En este artículo recogemos sus palabras de una entrevista en exclusiva a Nostresport.
¿Cómo enfrentas el desafío en Torrellano a nivel personal?
Lo abordo con gran entusiasmo; sinceramente, me he encontrado con un grupo muy sólido. Creo que, en términos de calidad de plantilla, no merecen la situación actual. El club ha decidió confiar en mí para revertir la situación, y eso es lo que estamos haciendo. Estoy muy satisfecho con los cuatro días que he pasado entrenando con los chicos. Realmente están desempeñándose bien, y estoy seguro de que lograremos salir de esa posición complicada.
¿Cuál es el objetivo que te ha marcado la directiva?
Cuando llaman a un entrenador, generalmente no es porque el equipo esté liderando la tabla. Por lo general, te llaman cuando el equipo enfrenta una situación complicada. Les dije que estaba convencido de que al final de la temporada, el Torrellano no estaría en puestos de descenso. Aunque queda mucho trabajo por hacer y hay aspectos a corregir, el club no me ha establecido un objetivo específico. Creo que la prioridad es recuperar a los jugadores, y al hacer las cosas correctamente, estarán más cerca de salir de la zona de peligro.
¿Cómo fue tu experiencia como segundo de Bordalás?
Más allá de ser el segundo, lo viví como un entrenador más en el cuerpo técnico. Dirigir a jugadores de talla mundial realmente te fortalece. Tuve la suerte de enfrentarme a casi todos los jugadores del Valencia durante mi tiempo en el Elche en Primera División. El trato cercano que los jugadores tenían hacia mí, debido a esos enfrentamientos pasados, me permitió acercarme a ellos y comprenderlos mejor. Aunque siempre respetando que ya no era un futbolista, sino un entrenador; aproveché esa experiencia para aprender y prepararme para la oportunidad de ser entrenador.
¿Cómo viviste la final de la Copa del Rey contra el Betis?
Recuerdo todo desde las semifinales, donde ganamos 1-0 contra el Athletic y los jugadores lo celebraron en el estuario. Nos llamaron al cuerpo técnico para salir al balcón de Mestalla, y vi la calle llena de aficionados celebrando nuestro pase a la final. La llegada para jugar la final también fue espectacular, con muchos aficionados del Valencia dándonos ánimos. Aunque la lotería de los penaltis nos privó del título, lo recuerdo como una bonita anécdota de aprendizaje.
El Valencia, tanto en tu época como ahora, no está pasando por un buen momento en términos de dirección. ¿Cómo lo notabas como segundo entrenador?
No, porque nos enfocábamos en los entrenamientos y los jugadores, que era nuestra responsabilidad. Todo el ruido que rodeaba al Valencia lo manteníamos alejado de nuestro núcleo, centrándonos exclusivamente en lo deportivo.
En lo deportivo, ¿teníais libertad para tomar decisiones trascendentales?
El entrenador es quien tiene la autoridad y toma todas las decisiones. Estamos aquí para ayudar, apoyar y dar nuestras opiniones, como fue mi caso. Sin embargo, la última palabra siempre la tiene el entrenador.
¿Os permitieron trabajar con normalidad, como si fuera otro club cualquiera?
Sí, ingresé con esa mentalidad y así lo hice. Trabajé según mi forma de entender el fútbol. Podía dar sugerencias al entrenador, pero él decidía si las tomaba en cuenta o no. Fui con esa mentalidad y viví la experiencia al máximo.
¿Cómo recuerdas aquella temporada récord con el Elche?
Fue una temporada mágica en la que todo salió perfecto. Fuimos constantes en ganar y jugar. A medida que avanzaba la temporada, veíamos el objetivo cada vez más cerca, aunque nunca pensamos que batiríamos los récords que logramos ese año. Además, teníamos un equipo y un vestuario espectacular. No quiero quitar mérito a nadie, pero la calidad del equipo y la unión que teníamos daban motivos para creer en el éxito.
¿Y el «Albacarazo»?
Fue un gol especial por lo que representó: en el último minuto antes del parón, nos hizo líderes. Aunque he marcado otros goles igualmente bonitos, si la gente me recuerda por ese gol, lo entiendo.
¿Qué significó para ustedes el descenso administrativo?
Imagina haber logrado la permanencia en el campo y ser el primer equipo en la historia que descienden administrativamente; fue un golpe muy duro.
En la primera temporada en Segunda División, estuviste inactivo, y muchos pensaron que te retirarías. ¿Por qué pasó esto?
Vino Baraja y me dijo que no contaba conmigo después de descender a Segunda, y aunque venía de la Primera, no entendí su decisión, pero la respeté porque era el entrenador del Valencia. Decidí retirarme porque siempre había dicho que quería terminar mi carrera en el Elche, y de alguna manera me obligaron a retirarme, a pesar de sentirme físicamente capaz de seguir jugando a los 34 años.
¿Fue difícil que te obligaran a retirarte?
Fue muy difícil, cuando no comprendes la decisión de un entrenador, y más cuando te dice que no contará contigo. Creo que se equivocó, pero al final, era mi entrenador en esa época, y respeto su decisión.
¿Por qué decidiste regresar?
En la temporada siguiente, vino Alberto Toril, le expliqué lo que sucedió y, entre risas y en serio, decidimos hacer la pretemporada y probarme. Los números fueron buenos, así que decidí hacerme la ficha y jugar un par de años más.
Puedes escuchar la entrevista aquí:
