El Valencia vuelve a perder la oportunidad de sumar tres puntos en casa, esta vez ante uno de los peores colistas en la historia de la liga. El Valencia va cuesta abajo y sin frenos.
La expresión como pollos sin cabeza se escenifica claramente en este Valencia, la primera parte del equipo ché fue caótica, con dominio absoluto de la posesión pero porque el Granada quiso. Los de Alcaraz salieron ordenados atrás, con las líneas muy juntas y buscando la contra arriba, una fórmula más antigua que la tos pero que hoy en día sirve para hacerle mucho daño al Valencia.
Los de Prandelli lo intentaron sin atino, buscando una y otra vez a Cancelo o Nani por si se les encendía la bombilla y creaban algo de la nada. Pérdidas constantes en medio campo, centros que no llegaban a ninguna parte, un mar de dudas atrás, en definitiva, un desastre. La tuvo Rodrigo en un remate franco que detuvo Ochoa y después Nani cabeceó completamente sólo dentro del área. El Granada avisó en dos ocasiones claras tras pérdida de balón, tan claras que solo las podía fallar el colista de primera o el Valencia en su defecto. La tercera no la fallaron, en el último suspiro Carcela gana la espalda a los centrales y bate a Alves a placer ante una defensa pasiva.
Con la entrada de Munir se dio un aire fresco al equipo, los de Prandelli debían remontar y los ánimos en Mestalla estaban muy caldeados, el guión no pintaba mal cuando Nani, tras asistencia de Parejo después de un gran pase entre líneas de Cancelo, ponía las tablas en el marcador a los pocos minutos. El Valencia se volcó arriba y Rodrigo logró la remontada pero su tanto fue anulado por un fuera de juego muy dudoso.
El Valencia lo intentó con más corazón que cabeza, las ganas las tenían pero con eso no fue suficiente ni para doblegar al farolillo rojo de la primera división. Pasaban los minutos y con ello las ocasiones se iban desperdiciando, Nani estuvo a punto de hacer doblete pero sus disparos se fueron fuera por poco, Bakkali, que entró como revulsivo, también la tuvo pero Ochoa realizó una buena parada con el pie. El Granada no dio señales de vida en el segundo tiempo, demostrando así su calidad de último clasificado, pero a este Valencia no hay quien lo reviva.
La situación dentro del club es crítica, el máximo accionista no da la cara y es más criticado que nunca, la afición mira hacia el director deportivo que ha confeccionado una plantilla descompensada y sin un referente en ataque, siendo el único equipo de primera que juega sin delantero. El entrenador poco puede hacer ante esta situación y hasta los jugadores admiten públicamente haber tocado fondo y que están mentalmente bloqueados ente lo que está sucediendo. La liga no para y el Valencia jugará el próximo sábado en el Pizjuán, campo donde no ganan desde el año del doblete, con el riesgo de caer hasta en puestos de descenso. ¡Qué Dios nos pille confesados!
