El Comandante, si nada se tuerce, regresará al conjunto levantinista, como él mismo anunció en su boda
Según informó Ser Deportivos Valencia, la llegada de Morales al Levante UD está acordada para este verano con un contrato de dos temporadas más otra opcional. El único impedimento era el control económico de LaLiga, pero el club ha conseguido que lo estimen por una cantidad menor al medio millón de euros, por lo que sí se podría asumir su fichaje.
El problema de la incorporación de Morales reside en el fair play financiero. Tal y como ha avanzado Superdeporte, el Levante tendría que vender por una cifra aproximada a los cinco millones de euros para hacer hueco al atacante madrileño. Su fichaje, que es petición expresa de José Danvila, obliga a Felipe Miñambres a deshacerse de algunos jugadores para cumplir con el FFP.
Además, su vuelta al Ciutat de València puede generar un conflicto interno, ya que en la lista de deseos de Felipe Miñambres el nombre de Morales no aparece escrito. Su fichaje parece ser que no es del agrado del director deportivo, algo que puede molestarle porque, como él dijo en su presentación, quería estar en un club donde se le hiciera caso y tuviera poder de hacer y deshacer en esa parcela.
Si todo continúa su curso, Morales volverá a vestirse de levantinista con el objetivo de devolver al equipo a Primera División. El regreso de El Comandante también traerá un conflicto en el gradería, ya que su marcha fue muy dolorosa para muchos granotas. Varios condicionantes que, valga la redundancia, condicionan su vuelta a Orriols.