A finales del verano de 2014 el singapurense Peter Lim se hacía con la mayoría accionarial del Valencia Club de Fútbol. En ese preciso instante el club dejaba de estar en manos de la gente, de los aficionados.
El control lo empezaba a ejercer un empresario de 61 años que no tenía (ni sigue teniendo) ni idea para gestionar el sentimiento de millones de aficionados. Es muy humillante que el Eibar te meta cuatro goles en casa. O que el Celta te elimine de la Copa del Rey con un global de 6-2. También, es muy humillante ver el espectáculo que estamos dando en la parcela deportiva, fruto de resultados inimaginables que representan la nefasta situación del club. Los continuos cambios en el banquillo, así como la pésima y desorganizada planificación deportiva han llevado al Valencia a la posición decimosexta bailando con el descenso a solo seis puntos de él.
Siento vergüenza al oír como un aficionado francés me dice antes del partido contra el Eibar: “¿Cómo puede ser que el Valencia vaya decimoquinto? es un grande de Europa”. Lo cierto es que quise saber cómo se ve la situación del Valencia desde fuera. Ya no desde fuera de la ciudad, sino de España. Yo le intenté explicar como pude que desde que llegó Peter Lim el club va de mal en peor. No lo entendió del todo bien. Y es normal. ¿Cómo se puede explicar que el Valencia lo dirige una persona que no tiene ni pajolera idea de fútbol? Somos el hazmerreír de Europa, del mundo del fútbol en general. Esta situación da rabia y, sobre todo, mucha pena.
Lo peor de todo es que apenas se vislumbra una pizca de esperanza. El Valencia está formado por: un delegado de entrenador, un director deportivo que nunca ha ejercido como tal y una presidenta que viene de vez en cuando a la ciudad para que veamos que está intentando aprender castellano y que, bueno, como ella es Peter Lim, no hace falta que tampoco se pase a ver cómo va su empresa el máximo responsable de este desastre.
Sigo sin encontrar explicación alguna de por qué Lim se compró el club. ¿Para sacar rentabilidad económica? No creo. Ahora mismo el Valencia está peor que cuando llegó él. ¿Para presumir que tiene un equipo de fútbol? Pues el equipo de fútbol va decimosexto a seis puntos del descenso.
Después de ver partido tras partido, fichaje tras fichaje, que el club está en manos de unos incompetentes que tratan a un equipo de fútbol de casi 98 años como una empresa más, es hora de alzar la voz. Que se entere el señor Peter Lim que está destrozando poco a poco un club, un sentimiento y unos valores cosechados a lo largo de toda una historia.
