Nicolas Jackson ha sorprendido a propios y extraños. Tras un año de introducción al primer equipo, el delantero se ha destapado como un nueve trabajador que ha hecho las delicias de la afición grogueta.
Los escasos minutos disputados la pasada campaña con el primer equipo fueron la muestra de la confianza de Unai Emery en sus aptitudes. Jackson es un delantero rápido, poderoso en lo físico y potente por arriba. En el último partido, frente al Hadjuk Split en la previa de la UEFA Conference League, el nuevo número 15 del Villarreal fue el jugador que más duelos aéreos peleó (5).
Pero no se trata de algo aislado. Contra el Real Valladolid, el Jackson fue el tercer jugador del Villarreal que más duelos aéreos disputó del equipo. Con sus 1’86 metros de altura, el canterano ha encandilado a Emery con su trabajo, que le hace perfecto para el puesto.
Porque el delantero izquierdo del 1-4-4-2 mutante del submarino no es solo el estilete del ataque groguet. No solo debe trabajar sin balón atacando los espacios a la espalda de la defensa con velocidad. También debe ofrecer a su equipo una salida en largo, venir a recibir y presionar la posesión rival.
De momento, con Arnaut Danjuma todavía resentido de sus molestias en el tobillo, Jackson ha sido el delantero en LaLiga. Unai Emery confió en él para debutar contra el Valladolid y el punta respondió abriendo la lata. En el Wanda Metropolitano el técnico de Hondarribia revalidó su apuesta y su rendimiento también fue excelente.
Aun así, numerosos periodistas afirman que el Villarreal buscará un nuevo nueve una vez clasificado para la segunda edición de la Conference League. También se espera que Arnaut Danjuma regrese en algún momento y Jose Luís Morales viene apretando por atrás con muy buenos minutos. El puesto en la delantera está caro en el Villarreal, pero Nicolas Jackson ya está sentado a la cabeza de la mesa.