El Levante gana hasta por inercia, tiene esa suerte que solo se encuentra con el trabajo constante y con los pies en el suelo
Cuando sonó el pitido final en La Romareda, muchos levantinistas respiraron tranquilos. Otra batalla ganada a pulso en la guerra de la Liga 1|2|3, bajo la lluvia intensa y con un público en contra que apretó mucho. La fortuna y el acierto se pusieron de nuevo con los valencianos y ya aventajan al segundo clasificado en 9 puntos.
El Levante se volvió a poner el mono de trabajo en tierras aragonesas. Juan Ramón López Muñiz no quería que se repitiese el resultado de Alcorcón y sacar los tres puntos como fuese. En la primera parte, los granotas pelearon la posesión y tuvo esa dosis de suerte para transformar una de las pocas ocasiones que se presentó. Cambió mucho la historia en el segundo tiempo, un Zaragoza que arriesgó en busca de los puntos, maniató y encerró a los levantinos en su área.
Los blanquizaules lo intentaron sobre todo por las bandas, pero la defensa se mostró inconmensurable en esos centros. Las ocasiones mañas llegaban por algún error puntual o por saques de esquina, todos desbaratados por la genial actuación de Raúl Fernández. El portero volvió a demostrar que ellos ganan puntos, no solo los delanteros. El mano a mano contra Ángel o el balón que le sacó a Dongou son ejemplos claro de ello. Finalmente, los tres puntos viajaron a Valencia y el objetivo sigue estando muy cerca.
La vuelta del mejor Campaña
Tras superar definitivamente la lesión de Alcorcón, el magnífico centrocampista sevillano volvió a ser titular en la alineación propuesta por Muñiz. Campaña, primero junto con Natxo Insa y luego con Chema dominaron la parcela central. Demostró de nuevo que no le importa bajarse al barro a trabajar y pelear por cada balón. No solo cumplió, sino que lo hizo sobradamente. Bajo la presión zaragocista nos deleitó con regates, caños y trabajo constante durante los 90 minutos del choque. La mejor noticia posible fue que Campaña volvió al mismo nivel de siempre.
Conexión Roger-Morales
Si Campaña fue una de las notas positivas, los adjetivos se acaban para Roger y Morales. El delantero granota se mostró como siempre. Incisivo y peleón en la presión y oportuno con su cita con el gol. Su físico y su carácter hace que la recuperación del balón sea más fácil y convertirse en uno de los jugadores más útiles para Muñiz. Y si le sumamos el gol que tiene en sus botas, pues apaga y vámonos, 15 goles suma el «pistolero» del Levante. José Luis Morales ha confirmado la mejoría que estábamos viendo en los últimos partidos. A pesar de ver la versión más trabajadora durante esta temporada, la afición quiere volver a ver esas internadas del madrileño. La conexión con Roger en el único gol de los grana en Zaragoza es una delicia, el centro en el sitio indicado para crear la duda entre el defensa y el portero y la suerte del 9 para meter la puntera y mandarla al fondo de la red.