Como diría Unai Emery es el momento de remar. El Valencia se juega en el corto plazo, en el tramo decisivo de la Liga que también diría Luis Aragonés, a modo de ‘zona Cesarini liguera’, mucho más de lo que parecía hace unas semanas. Se ha entrado en una dinámica pésima, con malos resultados, mala suerte, falta de decisión y confianza nula, que provoca que se vea todo desde un ángulo dañino para el colectivo y perjudicial para el rendimiento individual de los jugadores.
Esto provoca que, con cuatro técnicos que ya se han sentado en el banquillo ché esta campaña, contando a Voro contra el Barcelona, los futbolistas parezcan peores de lo que realmente son, la planificación física y el poder de reacción en los partidos brille por su ausencia, las decisiones en todas las parcelas parezcan poco elaboradas… todo peor de lo que realmente es. Una espiral con poca salida o un túnel largo y oscuro, sobre todo en la mente del profesional. Y la única manera de salir de ahí es mediante un cambio radical en todos los aspectos y desde una reflexión profunda.
El ejemplo de las tres temporadas más agónicas del Valencia en los últimos 35 años demuestran todo ello. En la primera de ellas se destaca el gol de Tendillo frente al Real Madrid en la última jornada, cuando al Madrid le valía el empate, y la concatenación de buenos resultados para los valencianistas de los otros tres rivales para salvarse de la quema.
La campaña del descenso no permite sacar conclusiones positivas, pero sí sirve la analogía con la actual. Y la conocida como el tiempo de Koeman, tuvo que llegar el mismo Voro para acabar el año, aunque se había ganado la Copa.
Entrenadores
1982-1983:
Manolo Mestre
Miljan Miljanić
Koldo Aguirre
1985-1986:
Óscar Rubén Valdez
Alfredo Di Stéfano
2007-2008:
Quique Sánchez Flores
Óscar Fernández
Ronald Koeman
Voro
