Con apenas un par de entrenamientos y cuatro días después de aterrizar en Valencia, Philippe Senderos debutó en Mestalla con la camiseta valencianista formando pareja de centrales con Jeremy Mathieu.
El helvético llevó a cabo una sólida actuación, apenas cometió errores y participó decisivamente en el gol que abrió la cuenta para los de Mestalla.
Los resultados acompañan lo que eran sólo sensaciones
Los franceses se movieron en perfecta sintonía por el campo, pese a ser la primera vez que ambos formaban la pareja de centrales en un partido oficial. Poder hablar en francés durante el partido, las buenas sensaciones que se trasmiten o quizá un sencillo feeling que se creó de manera automática, han sido los ingredientes claves para colocar a la zaga en su jugo.
Cada córner para los blanquinegros puede así desembocar en cántico de gol. Senderos crea una pantalla que el rival tiene dificultades para derribar, momento en el que Mathieu aprovecha para moverse a por el balón y llevar a cabo la jugada, tal como hizo para abrir la cuenta del luminoso, con un golazo de cabeza a la salida de un córner y abrir así la lata verdiblanca.
La dinámica de juego que los valencianistas llevaron a cabo en cada uno de los córners dio sus frutos. Senderos, aleccionado por Pizzi en los segundos previos a cada córner, se colocaba taponando a los jugadores que tras el lanzamiento podían incomodar al zaguero suizo en su objetivo. La estrategia de Pizzi salía a pedir de boca.
Un juego aéreo impecable que quizá a Ricardo Costa no le hizo tanta gracia, ya que tras la actuación conjunta de ambos centrales, la titularidad indiscutible del baluarte portugués deja de estar tan clara. La llegada de Senderos dota a la defensa valencianista de un carácter, una fuerza y una experiencia que complementará la gran temporada de Mathieu y los momentos puntuales de brillantez de Ricardo Costa.
Alcácer y Parejo, titulares indiscutibles
Alcácer se coronó con dos tantos que a los valencianistas les supo a gloria. Su dinámica de juego en espacios cortos, que le permite meter la bota en el momento y el lugar acertado como un nueve oportunista, hace del delantero una joya de la que Pizzi no querrá desprenderse en el campo tan fácilmente.
El delantero abandono el campo con la gran ovación de su afición. Pizzi le dio confianza, y Alcácer responde ante lo esperado.
Parejo, tras la salida de Canales y Banega, se sitúa como centrocampista determinante para llevar la manija del juego ché.
La titularidad en las filas valencianistas sumada a la lista de nuevos fichajes empieza a convertirse en un tema delicado y el banquillo en un escenario de tensiones pensando en el Mundial.
El retorno de Feghouli
Tras algunos partidos ‘desaparecido’ en combate, el jugador argelino se puso las pilas, y jugó lo que podría calificarse como su mejor partido de temporada hasta el momento o por lo menos el de más brillantez.
La profundidad en las bandas de Feghouli, combinada con grandes jugadas como la que le ofrecieron Parejo y Alcácer, dieron sus frutos. Llegaba así el 3-0 al Mestalla, obra de Feghouli. Su esfuerzo venía recompensado con un delicioso tercer golazo para su equipo, que prácticamente resolvía el partido. El centrocampista supo aprovechar el error garrafal cometido en las líneas verdiblancas y se conviertió así en , seguramente el mejor jugador.
Los de Pizzi funcionan
Tras esta manita, y bueno, con esta racha positiva para los locales que deja claro que lo sucedido en el Camp Nou no fue flor de un día, el “nuevo” Valencia empieza a funcionar.
Si hay algo que defina a una institución, a un club de fútbol o a cualquier colectividad es su identidad. Lo que les hace ser distintos al resto. Pizzi parece haber encontrado la tecla para dotar de identidad a esta plantilla.