viernes, marzo 29, 2024
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El Levante suma tres puntos a pesar del árbitro

Tiempo de lectura: 4 minutos
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El Levante se impone al Villarreal B por un contundente 4-1. El partido estuvo marcado, en la primera mitad, por la crispación contra el árbitro. El juego no estuvo fluido, pero la gran calidad del conjunto granota decantó un partido complicado.

El Ciutat de Valencia se puso sus mejores galas para afrontar un partido importante ante un rival serio de la categoría. El equipo local quería resarcirse del empate de la semana pasada frente al Oviedo, lo que provocó que saliera enchufado desde el minuto uno.

Tanto es así que antes de llegar al primer minuto de juego el Levante metió el primer gol. Un desajuste en la defensa del Villarreal, debido a la amenaza de Weasly,  propició un malentendido entre los centrales que aprovecho Roberto Soldado para poner por delante a los granotas. De ese modo el Levante puso el 1-0 en el luminoso.

El Villarreal acusó el empuje inicial, acrecentado por ese gol inicial. Los castellonenses intentaron salir, pero el ímpetu local impidió cualquier atisbo de remontada en los momentos iniciales. Aunque tampoco hubo grandes jugadas. Además, desde el inicio hubo una fuerte crispación contra el colegiado. Lo que derivó un encuentro letárgico por momentos.l

En el minuto diez el conjunto visitante se quito de encima la presión levantinista y aprovechó un fallo defensivo de Rubén Vezo para recortar desde la frontal derecha y mandar un zurriagazo que se fue no muy lejos de la escuadra derecha.

A partir de ese momento el encuentro entró en un proceso de calma chica. No contabilizamos apenas ocasiones, se distribuían la posesión, aunque con mayor interés de conservarla por parte de los visitantes. La situación cambió cuando en el minuto veinticuatro una falta sacada por franquesa desde su costado fue cabeceado por Iborra que la puso al segundo palo y remató fuera, a puerta vacía, Soldado. El estadio lamentó al unísono esa ocasión desperdiciada.

El partido se calentó, innecesariamente, en el minuto veintinueve cuando el entrenador local, Nafti, fue expulsado por protestar una posible mano . Desde ese momento el estadio se puso en contra de la actuación arbitral. Un descontento que se fraguó desde el inicio del partido cuando el partido estuvo parado para revisar la jugada del gol de Soldado.

El árbitro se mostró nervioso en todo momento. El mínimo atisbo de protesta local era subsanado con una amonestación. Esta situación provocó el cabreo de todo el banquillo local en particular, y de la grada en general.

En el minuto cuarenta y uno el Levante volvió a combinar varios pases lo que provocó un hueco en la banda derecha que aprovechó Son. El lateral sirvió un balón fuerte al área para ser rematado por Soldado previo toque de De Frutos. Pero el asistente lo anuló por fuera de juego.

Primera parte en la que sucedieron pocas cosas en lo referido al juego. La principal atracción fue la actuación arbitral y el posterior cabreo de la grada.

La segunda parte comenzó como acabó la primera. Dos equipos con un ritmo muy lento y falt de oportunidades. La cosa cambio pasados los diez minutos iniciales. Un disparo de Sergio Lozano puso las tablas en el marcador. La jugada fue fruto de la casualidad, un balón suelto en el área levantinista la aprovechó el extremo del Villarreal para ponerla en la escuadra. Es cierto que fue un gran disparo, pero Cárdenas pudo haber puesto más énfasis en sacar el balón.

El gol sentó de maravilla al Villarreal. Se sintió cómodo con la posesión del esférico. Es cierto que el Levante no se amilanó y tuvo alguna ocasión, pero el dominio tras el gol fue más del conjunto castellonense. A partir de este momento la grada se impacientó con su equipo, dado que el Villarreal comenzó a tener más ocasiones.

El triple cambio introducido en el minuto 70 alentó al público y agitó el encuentro. Tal fue el efecto que una jugada embarullada la aprovechó el recién introducido Roger Brugué. Una seguidilla de rechaces provocó una desatención en la zaga rival, que resolvió a las mil maravillas el delantero para poner el 2-1 en el marcador.

El gol generó otra dinámica en el partido. El equipo se mostró más intenso y con más ganas de sumar los tres puntos. El público insufló energía los jugadores locales, que respondieron con creces al momento del partido. A pesar del buen momento, el cuerpo técnico decidió quitar un delantero para dar entrada a un mediocentro. Lo que desencadenó en una mayor alegría ofensiva por parte de los visitantes.

A pesar de la intención de conservar el resultado. El conjunto granota no renunció a ampliar el marcador. Fruto de ese coraje llegó el 3-1. Una jugada por banda izquierda, en principio intrascendente, le llegó a los pies de Jonathan Montiel quien, con su zurda de oro, puso el balón en la escuadra. Imposible para el cancerbero visitante.

Cuando pensábamos que el partido estaba cerrado. Una jugada hilvanada entre Bouldini y Cantero provocó el último gol granota. Ambos jugadores combinaron en el área y el canterano solo tuvo que empujar el balón colocado por su compañero.

El Levante suma los tres puntos de nuevo. El conjunto de Nafti supo aprovechar sus ocasiones y controló la mayor parte del partido. Un ritmo de juego lento y, por momentos, falto de ideas en la parcela ofensiva. La calidad de la plantilla sirvió para decantar el partido. Poco del Villarreal, salvo destellos de control y peligro en el segundo tiempo. Ambos equipos deben continuar trabajando para conseguir sus objetivos.

El próximo encuentro del Levante será en casa contra el Cartagena. Una nueva ocasión para asentar las ideas del nuevo mister y seguir mirando arriba.

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