El Levante UD decidió despedir a Javi Calleja en el mes de febrero después de haber sumado 3 victorias en sus últimos 18 partidos. Así, ocuparon la undécima posición de la clasificación, con muchos empates y dudas sobre el juego de su plantilla.
El ex técnico granota, se marchó muy contrariado del club porque pensaba que se hubiera podido meter en play off de ascenso si le hubieran dejado terminar la temporada. Según la Cadena Ser, ese enojo se ha traducido en forma de demanda que Calleja presentó ante el Comité de Entrenadores de la Federación Española de Fútbol, después de que el club no pudiera atender el último de los vencimientos que se le adeudaban del contrato.
El Levante UD atraviesa por un momento de dificultad tras no alcanzar la cifra de traspasos que se había fijado durante el pasado mercado estival. Con algunas tensiones de tesorería, el club trata de negociar con sus diferentes acreedores el aplazamiento de sus deudas a corto plazo o su posible capitalización, si desean transformarlas en acciones, aprovechando el sobrante de la última ampliación.
El departamento financiero solicita comprensión y algo de carencia en los pagos a sus proveedores, agentes, jugadores o entrenadores, y que no encontró en Javi Calleja que interpuso una reclamación para exigir el cobro 10% del último año del contrato, que se le adeuda.