Un gol del vikingo noruego en el descuento permite soñar al Villarreal con la séptima plaza
Alexander Sørloth volvió a sacar el martillo de Thor. Y lo hizo el día en el que, esta misma mañana, fue padre. El noruego, pese a la paternidad, decidió jugar el encuentro. Tras un partido somnífero y en el que la UD Almería no mereció perder, Sørloth anotó su 15º gol en La Liga y le dio la victoria al submarino que sueña con Europa.
El submarino visitaba Almería con la urgencia de sacar los 3 puntos del Power Horse Stadium. Tras la victoria del Real Betis en el día de ayer, los de Marcelino arrancaban el partido a 9 puntos de la séptima plaza, el principal objetivo del Villarreal en lo que queda de temporada.
La UD Almería arrancó muy fuerte el choque ante un Villarreal que no era capaz de adueñarse del balón. Le estaba faltando calma y control en el centro del campo al submarino, que estaba bastante impreciso. Era el equipo de Pepe Mel el que buscaba portería rival con más insistencia, aunque sin opciones claras. Pero cuando el Villarreal pudo llegar a portería de Maximiano, no perdonó.
Una jugada rápida y bien llevada por Baena y Pedraza acabó con un pase atrás magistral de Pedraza al punto de penalti. Ahí apareció Ilias Akomach que solo tuvo que empujarla. Era el primero del submarino en el minuto 25. Pero poco le duró la alegría. La defensa amarilla estuvo muy contemplativa durante toda la primera parte y un centro lateral iba a propiciar el empate.
El Choco Lozano conectó un cabezazo a la red. 1-1. Era la primera vez que el hondureño anotaba esta temporada en la competición doméstica, pero no la primera vez que le marcaba al Villarreal: hace dos temporadas anotó un hat-trick en La Cerámica cuando militaba en el Cádiz.
Tras el gol del Almería, cambió el rumbo del partido. Al menos hasta el descanso. Porque la segunda mitad, hasta el descuento, fue dañina para todos. Para el espectador, para los amantes del fútbol y, sobre todo, para los seguidores del Villarreal. 45 minutos completamente somníferos, en los que un submarino descafeinado lo intentaba tímidamente ante un Almería superior.
Pero el fútbol es cruel. Y más cuando eres el colista y las desgracias se juntan unas con otras. Primero una expulsión desmedida de Ortiz Arias a Ramazani y que dejó a los locales con 10 y a los pocos minutos, tras haber sido superior durante gran parte del partido, una jugada entre Alberto Moreno y Sørloth iba a conceder, para alegría grogueta, los tres puntos para el submarino.
Una acción que otorga a los de Marcelino mantenerse vivos por la lucha por la séptima plaza. Porque no lo mereció el Villarreal, pero esto es lo que tiene el fútbol. Tres puntos de oro y 6 jornadas por delante para completar ‘la escalada’ grogueta.
