El Valencia ha caído por 0-1 (Berenguer) ante el Athletic Club en un partido gris de los de Corberán, que no tuvieron ocasiones para hacer gol en el que no fue el mejor escenario para la despedida de varios jugadores
Mestalla bajó el telón a la temporada con un sabor agridulce, en una tarde de despedidas marcada por la derrota del Valencia ante el Athletic Club (0-1), en un partido que sirvió de adiós para varios jugadores que no continuarán en la entidad che. Los futbolistas cedidos como Sadiq, Aarons, Barrenechea, Iván Jaime, Rafa Mir y, especialmente, Mamardashvili, disputaron su último encuentro como locales con la camiseta del murciélago en una jornada sin brillo futbolístico ni acierto ofensivo. En el banquillo estuvo Jaume Doménech, quien finaliza su contrato tras 10 años en el club che.
Carlos Corberán apostó por un once en el que regresaban Umar Sadiq, Javi Guerra y Almeida, en busca de dar una buena imagen en el cierre del curso en casa. Sin embargo, el Athletic empezó mejor, con una ocasión clara en el minuto 4 para Sancet, que no aprovechó un balón muerto en el punto de penalti. La respuesta ché llegó cinco minutos después, con una buena combinación entre Almeida y Rioja que acabó con un disparo del extremo al primer palo.
El primer gol del encuentro llegó en el 13’, obra de Sancet, pero fue anulado por fuera de juego. El equipo vasco siguió generando peligro, como en una falta directa de Sancet en el 40 que se marchó por encima del larguero tras rebotar en la barrera. El Valencia apenas inquietó a Unai Simón, que solo tuvo que intervenir antes del descanso para detener un remate de Diakhaby en un córner.
En la segunda parte, el Valencia mostró más intensidad durante los primeros minutos, pero volvió a demostrar su falta de ambición, con el objetivo de la salvación ya asegurado. El equipo no logró disparar entre los tres palos en el segundo tiempo, y la sensación era de resignación colectiva.
El gol del Athletic llegó en el 70’, cuando Berenguer soltó un potente disparo desde fuera del área que se coló por la escuadra. Con el marcador en contra, el Valencia dio un paso adelante, empujado por los cambios y la necesidad, pero no consiguió ni una sola ocasión clara que obligara a intervenir a Unai Simón.
Así, Mestalla se despidió de la temporada con un mal partido, también se despidió del sueño europeo, pero con la sensación de que, pese al desenlace, el equipo ha vivido una resurrección histórica. El milagro de la permanencia es un mérito que no debe olvidarse.
Al finalizar el encuentro, Mestalla se puso en pie para rendir homenaje a Mamardashvili y a Jaume Doménech, dos porteros que han dejado huella reciente bajo palos en el club. Fue una despedida emotiva en un cierre de temporada que no dejó buen sabor de boca sobre el césped, pero sí el reconocimiento merecido para quienes han defendido el escudo con compromiso y honor.