El Villarreal cae ante el Athletic Club en un partido en el que compitió ante los de Valverde pero no fue suficiente para derrotar a los leones
Caer como se ha caído en la tarde de hoy es algo que puede ocurrir. La resaca que dejó el partido ante el Pontevedra en Copa del Rey continuó en el día de hoy y se convirtió en una nueva derrota para el submarino: la cuarta de la temporada. Al menos, en el día de hoy, el Villarreal despertó y compitió, aunque se quedó muy lejos de su mejor nivel.
Cuando las cosas van mal, siempre pueden ir peor. Sino que se lo digan al submarino. Tras una semana en la que los de Vila-real han bajado a los infiernos tras la eliminación copera y la dura derrota del día de hoy, se suma la lesión de uno de los seguros del Villarreal esta temporada: Diego Conde.
El Villarreal salió los primeros minutos como en Pontevedra, como si nada hubiera pasado el miércoles. A verlas venir. Y cuando sales así en la Catedral, lo pagas caro. En los primeros minutos y a balón parado, el Athletic Club se adelantaba por medio de Paredes. Una salida en falso de Conde que aprovechó el internacional español.
Eso fue lo más destacado que hizo el Athletic en la primera mitad. El Villarreal resurgió de sus abundantes cenizas y compitió de manera muy notable. Pape Gueye empató el partido, pero el VAR anuló el tanto. Insistimos, cuando las cosas van mal…pueden ir peor. Aún así no bajó los brazos, pero llegó al descanso por debajo en el marcador.
Marcelino dio entrada a dos pesos pesados de la plantilla: Gerard Moreno y Ayoze Pérez. El Villarreal buscaba la reacción, pero a pesar de tener varias oportunidades claras por medio de Comesaña en un centro que remató solo y un Baena que estaba juguetón, no llegó el tanto.
El colmo de la mala fortuna llegó en el minuto 69. Sancet mandó un balón al hueco a Iñaki, que al espacio es letal y definió ante Conde. En esa acción y al intentar evitar el gol del delantero internacional con Ghana, Conde se lastimó la rodilla en un giro extraño. El atacante marcó y puso el 2-0 para el Athletic. Cuando Iñaki se dio cuenta de la gravedad de la acción, fue a consolar a Conde, que aunque quiso continuar, tuvo que ser sustituido por Luiz Junior.
A partir de ese momento, el Villarreal no bajó los brazos, pero ya no creó apenas peligro. El partido estaba visto para sentencia. En un intento de Baena, que fue el que más lo intentó, el balón que iba potente a portería golpeó en la cara de Gerard Moreno y el catalán, que más no le puede pasar, no pudo acabar el partido.
Una derrota dura, contra el principal competidor por la cuarta plaza y que viene como un tiro. Aunque como ha dicho Kiko Femenía en el post partido: «es duro, pero esto es muy largo». Y sobre todo, el fútbol son rachas y estados de ánimo. Así que solo queda levantar el rumbo y centrarse en el partido del Real Betis el próximo domingo.