Los taronja se adelantan en la lucha por el título. Gracias a un segundo tiempo espectacular y las aportaciones de Will Thomas (16), Fernando San Emeterio (15) y Dubljevic (14) en un excelso enceuntro coral de los de Pedro Martínez
Había ganas. La Fonteta solo había albergado un partido de la finalísima de la ACB. Lejos quedaba esa temporada 2002-2003, pero aquellos en cuya memoria reside ese recuerdo vivido, no esperaban el espíritu de la auténtica #calderaTaronja. Con un pabellón lleno y rebosante de ilusión, ganas y revancha daba comienzo el partido número tres entre Valencia Basket y Real Madrid.
Con un quinteto formado por Diot, Sato, San Emeterio, Sikma y Dubljevic, el Madrid se agenciaba la primera posesión y la primera canasta de Llull tras dos intentos fallidos por ambos conjuntos. La defensa planteada por Pablo Laso en el bloqueo y continuación empezaba a cortocircuitar el plan inicial de Pedro Martínez. Solo un triple de San Emeterio impidió que el Madrid tomara una distancia significativa (3-9 min 5). Bojan Dubljevic bailando con Ayón permitió abrir el cerrojo en la pintura visitante. Sin embargo, el equipo blanco mantuvo su firmeza en el aspecto defensivo y amplió la ventaja después del primer tiempo muerto (7-16 min 8). Con la entrada de Thomas, Oriola y Sastre mejoró, pero no lo suficiente para acortar la diferencia antes del final cuarto (11-16 min 10).
El Real Madrid seguía enchufando, sin dar tregua, hasta la decena de ventaja (11-21 min 11). No había un plan B para mitigar los ataques madridistas, que además se pusieron en bonus muy pronto. Aspecto que encendió mucho a la Fonteta. El carácter luchador de los taronja mantuvo la diferencia entre los 8 o 9 puntos, tocaba remar mucho para igualar la contienda. El siempre corajudo Fernando San Emeterio se echó el equipo a la espalda. Dos triples y una asistencia en un minuto mágico que dejaba las tablas de nuevo en el luminoso (30-30 min 18). La igualdad ya reinaba en la Fonteta y los locales se fueron liderando al descanso por la mínima (36-35 min 20).
El intercambio de golpes continuó. Ambos conjuntos se mostraban implacables en ataque y parecía no tener fin. Estaba muy bonito, intenso y no apto para cardíacos. Cada pequeña ventaja era neutralizada. Sin embargo, Valencia Basket, contagiándose del ambiente en la Fonteta, abrió brecha con lanzamientos exteriores de Thomas y San Emeterio que hizo estallar a la Fonteta (53-44 min 25). El Real Madrid estaba grogui y solo faltaba rematarlo. La defensa estaba a un nivel impecable, dos pasos por encima del ataque. Los de Pedro Martínez se fueron al último cuarto con una ventaja de 8 puntos. Quedaba mucha tela por cortar aún.
Vives rompía el partido desde la línea exterior con dos lejanísimos tiros exteriores (67-52 min 33). Valencia Basket tenía el partido donde lo quería. La ventaja no se podía escapar. Los intentos precipitados de Llull o Taylor, esta vez no iban a rescatar a su equipo. Sin embargo, no había que dar por muerto a los vigentes campeones. A falta de 3 minutos, triple de Sato mediante, se declinaba ya la balanza a favor de los locales (74-57 min 37). El resultado final, 81-64, fue una demostración de auténtico carácter, valentía y superioridad que se plasmó después del primer cuarto. La batalla estaba ganada. El viernes a ganar la guerra.
Valencia Basket está a un paso. Quizá el más difícil, pero el más ilusionante de sus 30 años. A un partido de hacer historia. Para el club, para sus aficionados.
Ficha técnica:
Valencia Basket: Diot (5), Sato (8), San Emeterio (15), Sikma (6), Dubljevic (14)-cinco inicial- Thomas (16), Vives (9), Martínez (4), Oriola (4), Sastre (0)
Real Madrid: Llull (16), Maciulis (0), Reyes (0), Fernández (10), Ayón (15)- cinco inicial- Nocioni (0), Doncic (13), Carroll (3), Hunter (0), Taylor (4), Randolph (3)
Parciales: 11-16, 25-19, 23-16, 22-13
Árbitros: Hierrezuelo, Pérez Pizarro, Jiménez
Pabellón: Fuente de San Luis, 8.500 espectadores.
