En el mercado de fichajes estival, uno de los objetivos del Villarreal era aligerar la presión sobre el lateral izquierdo. Tres efectivos de primer nivel eran demasiados para competir por una misma posición y las noticias iban y venían cargadas de rumores. Que si el Nápoles se interesaba por Pervis Estupiñán, que si el Chelsea pensaba en Alfonso Pedraza… El único al que no colocaban fuera del Estadio de la Cerámica era Alberto Moreno.
El lateral, ex de Sevilla y Liverpool, parecía el principal beneficiado de la llegada de Unai Emery al Villarreal el verano de 2020. Sin embargo, en el partido amistoso que el Submarino disputaba el 25 de agosto en el Pinatar contra el Tenerife Alberto Moreno se lesionaba del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Una lesión que no solo le tuvo en el dique seco más de media temporada, sino que provocó la llegada de más competencia con el fichaje de Pervis Estupiñán. Para más inri, el buen rendimiento de Alfonso Pedraza le valió la titularidad. Moreno se quedaba así como el tercer lateral en la rotación y su rendimiento se quedaba limitado a cinco partidos en los que no consiguió anotar ni asistir.
En este contexto la temporada se antojaba convulsa para el canterano sevillista, pero una decisión de Unai Emery acabó con todos problemas. Ya en pretemporada, el técnico de Hondarribia dejaba entrever sus intenciones en un amistoso contra el Olympique de Marseille, cuando Alberto Moreno entraba en el minuto 58 por Nikita Iosifof para colocarse por delante de Alfonso Pedraza. Una idea que se asentó en la Supercopa de Europa, en la que Alberto Moreno partía de inicio en esta misma posición delante del mismo compañero.
Lo que en pretemporada parecía anedótico se ha convertido en habitual. Alberto Moreno ha regresado a los planes del entrenador que le hizo debutar en Sevilla convirtiéndose en valuarte de su rasgo más identificativo: el doble lateral. Solo en dos partidos esta temporada se ha quedado en el banquillo. En las primeras 30 jornadas su participación ascendía hasta los 1.315 minutos, frente a los 237 del curso pasado. No solo eso, sino que son 49 los minutos que promedia por encuentro (más de medio partido), lo que evidencia que es más que un revulsivo para Unai Emery.
Y de todos estos minutos, solo 272 los ha disputado como lateral (el 21 %). El resto del tiempo lo ha hecho desempeñando un rol de multiusos, como el que la temporada pasada tuvieron Moi Gómez y Manu Trigueros. En el lado izquierdo del ataque Alberto Moreno ha sido habitual pisando zonas interiores, dejando el carril despejado para las subidas del lateral.
Su rol ha sido siempre el mismo, pero su posición de partida ha variado en función del esquema que ha utilizado el equipo. El Villarreal se ha desempeñado la mayor parte de la temporada en 4-4-2, donde Alberto Moreno solo ha disputado 89 minutos (68 %), por solo un partido de lateral (19′ como suplente contra el Valencia).
El cambio de rol ha repercutido en su forma de jugar. En los datos esto se traduce en un incremento del número de centros, que se ha duplicado respecto a la temporada anterior. Alberto promedia dos centros por partido, frente a la temporada pasada que solo intentaba uno. De todos los intentados, el 84 % han llegado desde el interior de un 4-4-2. De lateral, mientras tanto, solo ha intentado cuatro en total, de los cuales no ha completado ninguno. Pese a todo, solo 30 % de todos estos centros ha encontrado rematador, algo que se debe en gran medida a la falta de un 9 rematador de área.
Por otro lado, al jugar en zonas más adelantadas e interiores (y por tanto más congestionadas) Alberto Moreno debe arriesgar más en el pase y en consecuencia su porcentaje de acierto desciende hasta los 21 pases acertados de los 26 totales (55 %). Ahora bien, su participación en el juego también se ha incrementado hasta los 65 toques por partido, lo que supone 81 toques cada 90′, 16 más que la temporada pasada. Además, todos estos 25 pases suponen un 71 % de los toques totales, un 17 % más que el año anterior.
Esta temporada, Alberto Moreno está siendo un jugador más prolífico en cuanto a goles y asistencias. Ha notado cinco tantos y dado tres asistencias, de los cuales dos y uno respectivamente han sido en liga, todos ellos jugando de interior en el 4-4-2. A nivel estadístico ha anotado una cantidad similar a los expected goals generados y ha dado una asistencia (0’9) menos de la que debería. Esto habla más de el equipo, que no está siendo tan efectivo como debiera, que de él.
Sus competidores por la posición son Manu Trigueros y Moi Gómez. Trigueros ha jugado 350′ de interior (un 39 % del tiempo que ha jugado Alberto Moreno), en los que ha anotado un gol más (3) y las mismas asistencias. Moi Gómez ha jugado un tiempo similar (988′) en banda, pero ha anotado la mitad de los goles (1) y las mismas asistencias.
Alberto Moreno en el 4-3-3
En el 4-3-3 su participación se reduce hasta los 406 minutos (30 %), de los cuales el 19 % lo juega como lateral y el 11 % como mediocentro.
Como lateral no ha conseguido ningún gol ni asistencia. En esta posición Alberto Moreno participa más en la salida de pelota del equipo, lo que incrementa el número de toques que da (81) 16 por encuma de la media (65). Además, se ve inmerso en más duelos defensivos, en los que suele salir victorioso, lo que provoca que su éxito se incremente un 14 % (63 %) por encima de la media (49 %), que sigue siendo un 19 % menor a la de la temporada anterior (68 %). Ya que completa 1 regate de los 1’2 que promedia por partido, lo que eleva su éxito un 19 % hasta el 83 %.
Si Alfonso Pedraza fue el titular la temporada pasada en esta posición, esta campaña es Pervis Estupiñán quien más minutos está teniendo (1.270′). Los dos jugadores son menos creativos y participan menos en el circuito asociativo del equipo. Los pases de Estupiñán suponen un 10 % menos de sus toques en relación a los de Alberto Moreno, mientras que Pedraza da 14 toques menos cada 90′ y pierde un 15 % más de balones en relación a los toques que da, debido en gran medida a que falla un 12 % más en los pases.
Como mediocentro, las métricas de Alberto Moreno están condicionadas con el buen rendimiento que tuvo ante el Victoria CF en Copa del Rey. En este partido no solo anotó dos goles y dio dos asistencias, sino que fue el único en el que partió de inicio en el centro del campo, completó los tres regates, dio cinco pases clave e intentó y acertó todos centros (2/3) que ha probado desde el mediocentro. Mientras tanto, en liga solo ha participado en un partido contra el Athletic Club y solo ha marcado un gol en Champions contra el Young Boys.
Uno de sus competidores, Manu Trigueros, ha jugado 357′ como mediocentro, un 57 % más que él, aunque en ellos no ha conseguido ningún gol ni asistencia. Además, ha intervenido menos en el juego del equipo, dando 17 toques menos por cada 90′, pero perdiendo cinco toques más, y ha intentado la mitad de pases clave. Por otro lado, solo ha intentado (y completado) un regate y ha ganado un 15 % menos de los duelos en el suelo que ha tenido.
Moi Gómez solo ha jugado 57′ repartidos entre dos partididos, en los que ha participado menos en el juego del equipo (12 toques menos de media por 90′), no ha dado ningún pase que haya acabado en disparo (clave) ni ha intentado siquiera un regate.
Alberto Moreno en defensa
A nadie escapa que las prestaciones defensivas de Alberto Moreno iban a cambiar al adelantar su posición. En este sentido, Moreno se encuentra entre dos aguas: defiende peor que los laterales de la plantilla pero mejor que los interiores. Por un lado, jugando de lateral es menos agresivo que Alfonso Pedraza y Pervis Estupiñán, pues no alcanza la entrada por partido. Por el otro, lado como mediocentro intercepta una media de dos balones por encuentro, mientras que Manu Trigueros y Moi Gómez no llegan siquiera a la intercepción por partido.